Lo que comienza bien termina...

Por Daniel Peredo. ColumnistaReal Garcilaso y Universitario no quedarán como equipos memorables, de fútbol excelso, toques finos y elegantes como seguro se juega en el paraíso. Lo suyo pasó por gobernar el torneo con orden, dinámica y convicción. Las dificultades para ganar aumentaron y a falta de sutilezas corrieron con voluntad. La suma de todos los momentos los colocó en una posición privilegiada, con argumentos para ser finalistas y alcanzar el éxito. Los cusqueños lograron consolidarse. No solo volvieron a ser fuertes en altura. Además, se potenciaron como visitantes, tuvieron funcionamiento y alcanzaron números irreprochables. Garcilaso es una realidad y tiene con qué aguarle la fiesta a cualquiera. Ha eclipsado a clubes con más historia y presupuesto. A pesar que se debilitó el equipo, que se fue la estructura del 2012, Freddy García consolidó su idea, convenció al plantel y no paran de ganar. Dos años de protagonistas. A partir de un plan conservador, que es lo que mejor le sale. Muchas veces, renuncian a la posesión, no discuten el balón pero sí los espacios donde el contrario quiere jugar. Ningún jugador está libre de tareas defensivas. En su campo suman actitud para correr detrás de la pelota e intensidad para presionar, marcar y recuperar. Con tenencia, desarrollan el ataque directo, rápido y frontal, conectan lo más pronto posible el pase largo de Ramos con los delanteros Ferreira o Montes. Hay poca pausa y elaboración en la línea de medios. Garcilaso no necesita dominar el juego para hacer un gol. Primero anota, luego lo justifica. A todos nos gustaría que agregue un poco más de pintura en el balde, pero plantea según sus necesidades y recursos. García hizo...

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