Los colores de China

Por PeriodistaQuien visite China podrá constatar que numerosas de sus tradiciones milenarias se mantienen intactas como su variada comida, sus aterciopelados y acompasados modos de atender al ?laowai? (extranjero), su indiscutible talento comercial y una vocación por realizar grandes obras en muy poco tiempo. Estas costumbres inmemoriales se han mantenido a pesar de los cambios políticos y económicos que atravesaron acontecimientos tan asombrosos y dramáticos como el esplendor y el ocaso de un régimen imperial o la revolución cultural de Mao.China sigue siendo China, aunque haya pasado en pocas décadas de ser un país rural a uno que marca la pauta de la economía mundial, colocando, por ejemplo, nada menos que a 110 de sus empresas en la lista Forbes de las 500 más importantes del globo.Pero hoy, como ayer, el poder y el progreso están representados, en el imaginario colectivo, por el amarillo y el rojo. Los objetos con esos colores son los más disputados por sus ciudadanos a la hora de elegir, por ejemplo, la compra de un automóvil o de cualquier otro producto, puesto que representan valores positivos como la prosperidad, la buena fortuna y el progreso.Esta predilección se debe, entre otros factores, a que la Casa Imperial era pintada siempre de rojo, igual que todos los edificios que forman la Ciudad Prohibida.El amarillo se destinaba exclusivamente al emperador, desde las ropas hasta la decoración de sus habitaciones. No es casualidad que en su autobiografía, el último emperador de China, Aisin Gioro Pu Yi, describiese su infancia como envuelta por una bruma amarilla. Una vida monocromática del último descendiente de la dinastía chino-manchú de los Qing quien comenzó su reinado cuando contaba con apenas 2 años de edad y que culminó de forma abrupta con la abolición del régimen imperial al cumplir 8 años. Con el paso del tiempo, él se transformaría en un obediente jardinero y llegaría a ser un trabajador de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo dentro de la nueva República Popular China. Sin embargo, algunos historiadores sostienen que, a pesar de la prohibición de mantener cualquier vestigio de su glorioso pasado, se aferró, con discreción, a ciertas tradiciones, como lucir en ocasiones especiales una indumentaria adornada con alguna pieza amarilla. Desde antes de los tiempos de Pu Yi, el amarillo era considerado un color noble porque representa también a la agricultura, la cual siempre tuvo un papel preponderante en la economía...

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