Colonización del sistema financiero

Por Nicolás Castillo Arévalo

Un incendio, en el 2016, en una casona vieja del Centro de Lima, hizo humo a S/10.200 de los S/24.600 que tenía guardado Doroteo Callañaupa, en una caja muy bien escondida en un rincón de su cuarto. El ahorro era fruto de los 8 años que, hasta ese momento, tenía como lustrabotas en la capital. Estar fuera del sistema financiero le costó caro.Justamente la apertura de cuentas de ahorro y la oferta de créditos son las principales herramientas de la inclusión financiera. En nuestro país hay mucho por hacer en este campo, pero en el Congreso, sobre todo, optan por hacer leyes absurdas que empeoran la situación, según los expertos.Podemos darnos una idea de la magnitud del desafío ?con sus respectivas limitaciones? con la evolución de las oficinas o sucursales colocadoras de créditos y captadoras de ahorros de las entidades financieras.En el último decenio, el número de oficinas del sistema financiero tanto estatal como privado creció en 31,8%. En el 2011, en promedio, por cada distrito del Perú habían 1,2 oficinas y en el 2020, subió a 2,4. Sin embargo, los promedios ocultan la realidad. En el 2011, las sucursales de las entidades financieras estaban concentradas en el 25,4% de los distritos del país y en el 2020, solo en el 27,2%.Incluso, si se filtra la información a los distritos ubicados fuera de Lima y Callao, cuya incidencia de pobreza es superior al 35%, en el 2011, de 1.000 distritos que se encontraban en esa situación, solo 147 tenían al menos una sucursal financiera. En el 2020, de esos 1.000 distritos en el mapa de pobreza, solo 164 tiene al menos una oficina de una entidad financiera.Los costos¿Por qué en el país con mejor entorno para la inclusión financiera no se pueden expandir más oficinas?A decir de Marcelino Encalada, gerente de Negocios de la Caja Piura, la situación obedece a los altos costos que demanda abrir una sucursal en esos lugares. ?El costo es alto sobre todo por la mano de obra?, subraya.Explica, por ejemplo, que en la zona urbana, se puede captar a 100 clientes en una misma cuadra, pero en la zona rural, por la dispersión, solo se puede alcanzar a esos 100 clientes en un radio de 10 kilómetros, lo que demanda más horas al personal de la caja para visitar y evaluar a los clientes. ?La zona rural está compuesta por caseríos que están dispersos y uno tiene que desplazarse para llegar a los clientes. Al no tener ellos historial de créditos, se tiene que ir a validar la información que te...

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