?El cliente busca una mejor calidad de vida?

Por Vanessa Antúnez

Carlos Rojo no se imaginaba que comprarse aquella bicicleta a los 27 años le impulsaría a cambiar de estilo de vida, renunciar a su trabajo, bajar de peso y a convertirse en un incansable promotor del uso de la bicicleta urbana en Lima. Canjeó las juergas de los sábados por los domingos de ciclismo. Dejó su empleo de ocho horas por una empresa propia. Él ha crecido a punta de un pedaleo pausado pero constante, pensando en una carrera de fondo.

¿Cuándo se dio cuenta de las oportunidades en el rubro del ciclismo?A mediados del 2000, el mercado era más pequeño y si uno quería un accesorio de calidad no lo encontraba fácilmente en Lima o lo encontraba cuatro veces más caro. Yo trabajaba en el área de comercio exterior de una empresa y en el 2005 me propuse importar unos accesorios para mi grupo de amigos ciclistas.

¿Cuál fue el primer producto que importó?En ese momento necesitábamos un equipo de entrenamiento portátil, que permite adaptar una bicicleta al estilo de spinning de un gimnasio. Escribí a la marca japonesa (Minoura) que inventó este equipo y dos meses después me contestaron y me dieron sus condiciones de venta.

¿Cuáles eran?Nosotros queríamos solo cuatro unidades y ellos nos pedían unas 70 como mínimo. Al final me lancé e invertí cerca de US$ 12.000 para embarcar desde Japón esos equipos y algunas cosas más. Pensé que era un negocio de ocho meses y terminé vendiendo el último equipo luego de dos años y medio. Ya me parecía a Will Smith en la película ?En busca de la felicidad?, caminando con mis equipos y tocando puertas para venderlos, ja, ja. Pero mientras trataba de vender, los clientes hacían otros pedidos y comencé a importar más seguido otro tipos de accesorios.

¿A quién quería vender?Como estaba en el mundo del ciclismo, conocía a casi todos los dueños de tiendas de Lima y teníamos un grado de afinidad más allá de la relación proveedor?cliente. Al principio no creían que se pudieran vender algunos productos que llevaba, pero igual los dejaba en concesión.

¿Cuándo renunció a su trabajo para encargarse de su negocio?Por cinco años estuve trabajando para una empresa de 8 de la mañana a 7 de la noche. Y luego, hasta las 2 de la madrugada, me dedicaba a mi empresa. Nunca me quejaba, pero había un desgaste físico. Entonces, o dejaba mi ilusión a un lado y me olvidaba del tema, o me aventaba.

¿Qué lo hizo decidirse por el negocio propio?A mediados del 2010 vi que hubo un punto de quiebre en el país. Había más...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR