Chantajes y un hospital prometido por Berlusconi

Según el diario panameño ?La Prensa?, entre el 2009 y el 2011 el presidente de ese país, Ricardo Martinelli, ejerció, a través de terceros, presiones sobre empresas italianas a las que amenazó y trató de chantajear para que donaran un hospital que inicialmente había sido prometido por el entonces primer ministro del país europeo, Silvio Berlusconi.En su segunda entrega sobre una investigación relacionada con hechos de corrupción que involucran a Martinelli y a su entorno, y a la que El Comercio tuvo acceso en exclusiva, ?La Prensa? se remonta a la primera visita que este hizo a Italia como presidente.En setiembre del 2009 llegó a Roma y fue recibido por Berlusconi en el Palacio Chigui, sede del Gobierno Italiano.A su retorno, el mandatario panameño informó que Berlusconi se comprometió a construir, en nombre del Gobierno Italiano, un hospital pediátrico valorado en US$20 millones.Sin embargo, la donación era inviable según las leyes italianas, pues Panamá no calificaba para ello.Así, cuando Berlusconi llegó a Panamá en el 2010, Martinelli cambió de discurso y remarcó que el hospital sería construido con el dinero del millonario Berlusconi.Empiezan las presionesPero el tiempo avanzó y el hospital no pasaba de la maqueta a la realidad. Y empezaron las presiones presidenciales.En una angustiosa carta enviada al Palacio Chigui el 2 de agosto del 2011, el embajador italiano en Panamá, Giancarlo Curcio, informa que Martinelli le dijo que no iba a construir las cárceles modulares que negociaba con la empresa italiana Svemarck, y le reclamó por la promesa incumplida de Berlusconi. Luego aparece en escena un ex colaborador de Berlusconi, el italiano Valter Lavítola (actualmente preso en su país), quien, según ?La Prensa?, llama seis veces a Berlusconi. Cabe mencionar que Lavítola es sindicado como el encargado de extorsionar a la empresa italiana Impregilo, a nombre de Martinelli, que forma parte del consorcio que trabaja en la ampliación del Canal de Panamá.Posteriormente, según el análisis de una conversación telefónica interceptada entre Massimo Ponsellini, presidente de Impregilo, y Berlusconi, queda claro que Lavítola, en nombre de Martinelli...

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