Sin chances para tirarse la pera

Por josé tsangDesde hace un tiempo algunas fantasías naif de "El hombre par" (1967), ese festivo manga inventado por el dúo japonés integrado por Hiroshi Fujimoto y Motoo Abiko, ya se cuelan en el aquí y ahora.En este clásico y obra maestra de la candidez, el niño Mitsuo Suwa es elegido por un superhéroe para que sea su aprendiz. El protagonista ?con una apariencia que lo posiciona más como un nerd indolente que como un justiciero sagaz? encarará este inesperado proceso con torpeza. Entre los instrumentos que recibirá figura un robot que puede imitar su apariencia y suplantarlo en la casa o en el colegio.Saltemos a la realidad. En la actualidad, ya se vienen efectuando pruebas con robots que asisten a clases, en una conexión acaso involuntaria con las quimeras de "El hombre par". Esto se aprecia, por ejemplo, en la foto que acompaña a esta nota y que muestra a un robot en una clase de un centro educativo en Lyon, Francia, lo que permite que un alumno ausente siga la sesión desde su casa. La idea es que esta iniciativa no se reduzca a una transmisión, ya que el robot puede moverse e intentar una participación activa. La noción de lo virtual se relativiza. La omnipresencia tecnológica dificulta la palomillada de tirarse la pera.?Enseñanza digital?Les llaman ‘edutech’, uno de los rubros predilectos en Silicon Valley. La tecnología siempre será un medio seductor para atrapar la atención de los alumnos relajados e...

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