El Centro Histórico de noche

Por Jorge Ruiz De Somocurcio. Arquitecto y urbanistaVarios son los indicadores para medir la sostenibilidad de áreas de la ciudad recuperadas. Especialmente, si son áreas con valores patrimoniales. Tres de las más importantes señales son las siguientes: gente regresando a vivir a esos barrios, una inversión privada dirigida a proyectos de recuperación y desarrollo, y la existencia de un plan maestro a manera de hoja de ruta, conocido y consensuado. ¿Se están dando esas señales en el Centro Histórico de Lima? No en la medida en que se necesitan.Recuerdo el gesto del entonces alcalde Alberto Andrade de mudarse a la casona del Jr. Ucayali como señal de ?regresar a vivir al centro?. Ni Castañeda ni Villarán lo siguieron.La noche limeña arroja luces sobre el ?otro yo? del Centro Histórico. Para empezar, los restaurantes más emblemáticos no abren de noche, con excepción de unos cuantos bares en los alrededores de la plaza San Martín, la Plaza de Armas y el Parque Universitario. Las imprentas entre el palacio de Osambela y el Teatro Municipal siguen trabajando inmisericordes, y los últimos oficinistas y comerciantes se retiran en taxis, buses y colectivos. El centro se siente oscuro e inseguro. No hay serenos ni policías en las calles, excepto en Palacio de Gobierno o en los edificios públicos. En el Damero de Pizarro viven pocas familias, la mayoría, en tugurios. La mayor cantidad se ubican en Barrios Altos y Monserrate. En el centro viven 97 mil habitantes, incluyendo Barrios Altos y Monserrate. En el Rímac, unos 46 mil.Un recorrido nocturno nos evidencia una Av. Abancay con algunas actividades gastronómicas, pero La...

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