Carretas en la ?curva del diablo?

Por juan paredes castro-Periodista-Con la atención puesta en quién llegaría a la presidencia en el 2016 ?si Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski, Alan García o alguien fuera de cuenta en los sondeos de opinión?, nadie se molesta en observar el destino de algunas carretas y cocheros electorales que se preparan a cruzar, bajo una lluvia de rocas, la ?curva del diablo?.A causa de la resistencia de los partidos a una reforma política integral, las elecciones presidenciales y parlamentarias siguen siendo en el Perú eso mismo: la ?curva del diablo?, que justifica, cada cinco años, la supervivencia de nuestro sistema democrático, pero que no nos asegura ni los liderazgos ni las representaciones deseables.Por ahora no hay manera de despejar la apuesta incierta que representa la ?curva del diablo?; tampoco tenemos claro, en el trayecto, el costo del peaje (los gastos de campaña), que suele ser una bolsa negra no sujeta a controles ni contabilidades; peor aun, desconocemos las intenciones reales de los que se alistan en la travesía, hasta que nos toca descubrir, como ahora, que aquellos que nos gobiernan no son lo que decían que eran y no buscan lo que decían que buscaban: el bienestar de todos los peruanos.Ignoramos si camino a la ?curva del diablo? habrá carretas con las ruedas bien puestas y cocheros con las riendas firmes en las manos. Todos los actuales postulantes a la presidencia creen tener la carreta adecuada y creen ser los cocheros idóneos, aunque no sepan a quiénes llevarán, como carga pesada o liviana, en sus listas de vicepresidentes y parlamentarios.Hay un tipo de carreta electoral, que podríamos llamar ?carreta del diablo? para la ?curva del diablo?. Quienes la construyen no pretenden llevar a nadie a la presidencia ni que alguien haga...

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