Carolina del Sur, la tierra donde se respira la tensión racial

Por francisco sanz gutiérrezHan pasado ya 150 años desde que terminara la Guerra de Secesión estadounidense (1861-1865), pero uno de sus símbolos ?la bandera de los estados confederados (los sureños esclavistas que se separaron de EE.UU. en ese lapso)? sigue vivo, ondeante y provocador en medio de la crisis racial que sacude al gigante del norte. Esta semana la insania llegó a Carolina del Sur, donde Dylann Roof mató a nueve afroamericanos en una iglesia metodista. El joven blanco de 21 años, para quien el juez decretó ayer prisión sin fianza por los cargos de asesinato, quería empezar una guerra racial, según confesó tras perpetrar el salvaje acto.Con veinte grupos de odio activos en este pequeño estado y con la bandera de marras flameando en edificios gubernamentales como el mismísimo Capitolio de Columbia (la capital), lo extraño es que un ataque de esta naturaleza no haya ocurrido antes.?Carolina del Sur no es cualquier estado, es el primero que se escindió de la Unión en la guerra civil, y hoy es un estado donde no solo ondea la bandera confederada, sino en el que las calles tienen nombres de generales confederados, los que defendían la postura esclavista?, señala el internacionalista Norberto Barreto, catedrático de la Universidad del Pacífico, en diálogo con El Comercio.Símbolo de la discordiaEl debate en torno a la enseña confederada no es nuevo. A fines del año pasado, la gobernadora del estado, la republicana Nikki Haley, defendió su vigencia diciendo que era parte del ?patrimonio histórico y no un símbolo de odio?.En las últimas horas, la polémica ha recrudecido y miles de personas firmaron en el portal Move.org un pedido para retirar el símbolo confederado de todas las instituciones oficiales. ?Quiten la bandera confederada, ya?, exigió ayer un titular de ?The Atlantic?. ?Es hora de acabar con este símbolo de racismo y rebelión y de dar un paso más hacia la curación de Estados Unidos?, añade.Muchos otros tuits, sin embargo, manifiestan sin tapujos su orgullo tanto...

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