Cambios para que nada cambie

Por Fernando Rospigliosi. Analista políticoLas expectativas creadas en torno al cambio de primer ministro y del Gabinete Ministerial se diluyeron en 24 horas. Finalmente, las modificaciones decididas por la pareja presidencial muestran que no habrá ninguna novedad importante en la política del gobierno.El ingreso de César Villanueva servirá para el objetivo político del gobierno de aparentar una renovación y tratar de detener su caída en las encuestas. Nadie puede criticarlos por eso. Pero de ahí a pensar que las cosas mejorarán en los temas que la ciudadanía está reclamando insistentemente, hay un abismo.No se puede dejar de rememorar una jugada muy parecida que hizo Alan García en su segundo gobierno, exactamente en el mismo momento. En octubre del 2008, a los 27 meses de gobierno, luego del escándalo de los ?petroaudios? que derribó al Gabinete de Jorge del Castillo, García sedujo a un presidente regional honesto, orgulloso de ser provinciano, dialogante, prestigiado por un buen desempeño en dos períodos, proveniente de la izquierda pero abierto a la inversión privada, y lo nombró primer ministro. Yehude Simon fue recibido con loas por todos los sectores.La pareja presidencial ha copiado a su rival García, que puede reclamar derechos de autor (¡pero no a la Apdayc!). César Villanueva, nombrado a los 27 meses de gobierno, tiene todas las características de Simon. Sin duda es una buena persona, con magníficas intenciones. Pero, ¿cambiará algo, además del estilo? Es dudoso.Posiblemente Villanueva no será tan servil y oportunista como su predecesor. Pero su margen de maniobra es limitado, casi inexistente. Todo el Gabinete ha sido designado por la pareja presidencial, y casi todos son menos que secretarios que esperan la luz verde de la primera dama para actuar o que se enteran de las escalas presidenciales cuando estas ya se han programado.Villanueva, a diferencia de Salomón Lerner, por ejemplo, no ha incluido a nadie de su confianza en el Gabinete, y cuando Mónica Delta de Radio Capital le preguntó, antes de jurar, si pondría a algunos ministros, respondió que esperaba la decisión del presidente. Mala señal.Naturalmente no se trata de que el nuevo primer ministro imponga a nadie, pero se supone que el jefe del Gabinete sugiere, negocia y obtiene la inclusión de algunas personas de su confianza. Eso...

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