1 Los bosques y la realidad de la actividad forestal en el Peru.

1.1 Los antecedentes sobre el aprovechamiento de los bosques

No existen mayormente trabajos sobre los recursos naturales y la forma como eran aprovechados en el Perú a lo largo de su historia. Una de las pocas autoras que se han referido al tema es la doctora María Rostworowski, quien en su obra Recursos naturales renovables y pesca: siglos xvi y xvn, da cuenta de lo que habría sido el tratamiento de los recursos naturales durante la Colonia, entre ellos, los bosques.

En los relatos de los cronistas --sobre todo cuando se refieren a las rutas empleadas por los conquistadores para recorrer el antiguo Imperio incaico--encontramos algunas menciones a los recursos boscosos del antiguo Perú. Los árboles más comunes y los bosques más extensos fueron los de algarrobo y guarango, los cuales, gracias a sus largas raíces, se extendían en toda la desértica costa peruana. Difícilmente la falta de agua de este paraje hubiera permitido el crecimiento de otras especies vegetales, razón por la cual el suelo de los bosques se encontraba casi desprovisto de plantas y hierbas.

Las zonas boscosas albergaban a algunos animales, como palomas, perdices, venados, zorros y hasta pumas. Esto permitía la caza, la cual en un primer momento estuvo destinada al consumo de los españoles colonizadores. Con la consolidación de la Colonia, la caza en los bosques se convirtió en nada más que un pasatiempo. Por otro lado, algunos animales de origen español, como las cabras, puercos y burros, encontraron su principal sustento en los frutos de algarrobos y guarangos. En efecto, la presencia de estas formaciones boscosas fue crucial para la subsistencia de animales en zonas desprovistas de agua.

Ya en la Colonia, la intensiva explotación de las minas y la construcción de viviendas y otras instalaciones derivaron en la necesidad de aprovechar la madera proveniente de los bosques y, eventualmente, en la introducción de especies desconocidas hasta entonces, para un mejor aprovechamiento de la madera.

La tala indiscriminada de los bosques costeños, para la obtención de madera, obligó al Cabildo de Lima a dictar las primeras ordenanzas referidas al aprovechamiento de este recurso. En 1535, aquellos que poseían tierras fueron obligados a plantar sauces y otros árboles, para contrarrestar el efecto de la tala. Asimismo, se prohibió cortar árboles frutales que no fueran de propiedad de uno. Sin embargo, la necesidad creciente de combustible --como carbón vegetal y leña-- para las viviendas, acentuó su aniquilación.

El efecto de esta situación fue la disminución de los bosques, el alza del precio del combustible y la revalorización de las tierras boscosas. Por otro lado, la incógnita de si la venta de la tierra otorgaba el derecho a la tala de los montes, se volvió materia de discusión, lo que se tradujo en anulaciones de ventas y juicios por tierras.

Una de las importantes consecuencias de la erradicación de los bosques ha sido la dispersión de arena por efecto de los vientos, la cual pone en peligro las áreas de cultivo y permite el avance del desierto en los valles costeños.

El último relicto de guarangos registrado por Rostworowski data de 1945, y se ubicaba en el distrito de Santiago, provincia y departamento...

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