Blanco perfecto

Por Guillermo OshiroLa escandalosa posesión del Bayern (90% al minuto 10) convierte el arranque del partido en un camotito interminable, en un juego donde los rojos rotan el balón sin que los blancos atinen a pedirlo prestado.Diecinueve minutos después, en sus primeros seis toques seguidos, el Real Madrid alecciona al equipo de Guardiola y le explica de qué se trata este juego: contragolpe perfecto para meter la pelota en el arco de Neuer.Sin adornos ni revoluciones futbolísticas, Ancelotti recurre al clásico manual de la escuela italiana para hacer estéril el toque bávaro. Zona defensiva poblada, atenta, solidaria. Pero sin renunciar ni un segundo al ataque con Di María, Cristiano y Benzema programados para la contra (no como la desvergonzada propuesta del Chelsea ante el Atlético).Pero el dominio territorial del Bayern no fue una amenaza para Casillas. Todos los intentos muniqueses morían al borde del área madridista, donde el cerco perimétrico de los locales hacía imposible el último toque del cuadro de Pep.A los 19?, la conexión Benzema-Xabi-Isco-Cristiano-Coentrao-Benzema fue la...

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