El beneficio es para los narcos

Por Hugo Guerra

Es peligrosa la forma como se está manoseando el presunto vínculo entre el narcotráfico y el sistema político peruano. Más allá del irrenunciable derecho periodístico a investigar estos temas, resulta injusto que en plena campaña electoral se utilice esto para atacar al ex presidente Toledo y su entorno.

Las sombras que se han echado por las imprecisiones mediáticas sobre Javier Reátegui, postulante a la segunda vicepresidencia por Perú Posible, son muy graves. Se está afectando el buen nombre, el honor familiar, la reputación y la imagen de un empresario y político de trayectoria transparente en la lucha por la restauración democrática en el Perú. Y esto se hace a manos no tanto del informe de ?Caretas?, sino de quienes amplifican manipulatoriamente un caso de evidente homonimia parcial.

La estrategia de satanización contra quien lidera las encuestas es clarísima: primero fue el circense corte de mechón para la prueba toxicológica; luego, se especuló con supuestas investigaciones secretas sobre Toledo, sus colaboradores y el narcotráfico; también se intentó vincular antojadizamente al ex mandatario con los Sánchez Paredes; más tarde se produjo la desinformación sobre Reátegui. Paralelamente se ha lanzado una campaña amplia, a través de cómicos que venden su humor y seudoperiodistas que venden su pluma, para caricaturizar como consumidores y narcos a los peruposibilistas.

A esa campaña se suman otros candidatos presidenciales, que no advierten el riesgo de que en cualquier momento también pueden ser sujetos de ataque gratuito. Todos deberían entender que la contienda electoral debe ser una auténtica confrontación de planes de gobierno.

Es inverosímil, y hasta resulta agraviante, pretender que el presidente Alan García esté detrás de algo tan osado. Pero es innegable que la campaña de demolición está en curso y bien podría pensarse en un manejo psicosocial de enemigos acérrimos de Toledo que, si bien operan mediáticamente desde el sector privado, serían alimentados por ?filtraciones? de ciertos despachos policiales. No se olvide que Javier Reátegui, por ejemplo, cuando fue ministro del Interior hizo reformas importantes que dejaron resentimientos. Con la misma lógica debería revisarse quiénes fueron afectados en sus intereses económicos, financieros y periodísticos por el toledismo entre el 2001 y el 2006. ¿Y los últimos ?destapes? no tendrán vínculo con las mafias que siguen operando impunemente la interceptación de las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR