La bella ?mataperuanas?

Por Escribe: Juan Manuel RoblesFicha del libro ?nuevos juguetes de la guerra fría? (seix barral) Series de extraterrestres, sables láser y figuras de acción pueblan un imaginario que pone a prueba las resistencias del ?hombre nuevo?, los primeros hijos del socialismo. Esta fricción funciona como un potente motor narrativo y le permite a Robles contar una historia valiente y conmovedora. Era una diosa en zapatillas. ?A melhor levantadora do mundo?, escriben todavía en foros sus fanáticos brasileños. Exageran, es cierto, pero no tanto. Fernanda Venturini era veloz y cerebral. Colocaba balones con precisión milimétrica y rapidez inverosímil. Era también una mujer atractiva. ?Parecía una actriz, una actriz de la Globo?, me recuerda un amigo nostálgico. Para nosotros, verla jugar era un contradictorio deleite: era tan bella elevándose en el aire, lo malo es que solo lo hacía para servirle la bola a Ana Moser o alguna otra Nikita que haría lo que las brasileñas hicieron con Perú en los años 90: aniquilarnos. Hoy es fácil asociarla a la imagen de una ganadora ?aplastaperuanas?, pero no siempre fue así. En 1988, Venturini formó parte de la nómina en las Olimpiadas. Perú hizo papilla a las brasileñas 3 a 0. Fernanda tenía 17 años y estaba en ese equipo. No hizo nada. No pudo. Un técnico distraído la puso a atacar, pero ningún mate suyo pudo superar el bloqueo de una tal Gaby Pérez. Fernanda rodó por el piso, inútilmente, más de una vez, tratando sin éxito de parar los mates de Tait y compañía. Al final del partido...

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