El barril que derramo el vaso

PETROPERÚ. Nadie en su sano juicio se atrevería a afirmar que Petroperú es una empresa eficiente y el derrame de 600 barriles de petróleo en el Oleoducto Norperuano durante la última semana de junio, debido a la negligencia de bombear petróleo pese a no tener autorización, solo confirma lo que resulta un secreto a voces.

Además de los graves delitos de contaminación cometidos por la empresa (tiene seis denuncias solo en los últimos tres años y 21 derrames en los últimos cinco), también existen serios cuestionamientos por la fuerte inversión planteada para modernizar la refinería de Talara y por el interés para que la compañía incursione en la exploración a través de los lotes 64 y 192.

El mal manejo de la compañía no es reciente. El Gobierno de Ollanta Humala intentó reflotarla y hacer algunos cambios, pero falló. Petroperú no tiene un buen gobierno corporativo, no solo porque una misma persona ocupó los cargos de presidente del directorio y gerente general, sino porque contrató diversas consultorías cuyos resultados ayudaron muy poco a la empresa estatal.

Así la situación, la pregunta del millón es ¿qué hacer? Si bien existen voces que reclaman la privatización de la empresa, las declaraciones del presidente electo acotan las opciones, pues Kuczynski ha sido enfático en señalar que eso no...

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