Barack no drama.

AutorEscobar La Cruz, Ramiro
CargoINTERNACIONAL

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

Finalmente, Barack Hussein Obama, el candidato del Partido Demócrata, el primer negro, o más bien mulato, que postuló a la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica, ya es mandatario. Ha hecho historia, como ya se ha dicho hasta el cansancio. Pero, en rigor, comenzará a hacer más historia a partir del 20 de enero, cuando se instale en la Casa Blanca. Entonces se ver** si hay change en >, aunque desde ahora ya se nota que cierta cautela, muy propia del carácter de Obama, dominará el stablishment político gringo próximamente. No se descartan, sin embargo, algunos cambios que pongan de cabeza al Norte poderoso.

El último Día de Acción de Gracias (que este año cayó el jueves 27 de noviembre) en los Estados Unidos tuvo un sabor algo terrible. La noche anterior, en Mumbai (antes Bombay, India) una oleada de ataques terroristas conmocionó a la ciudad y acabó con la vida de casi doscientas personas. No hubo, hasta el cierre de estas líneas, informes de algún estadounidense entre las víctimas. Pero sí el tenebroso dato de que los atacantes buscaban a ciudadanos con pasaporte de esta nacionalidad, no precisamente para arroparlos.

Ante los hechos, Barack Obama perdió el reposo pero no la calma. Dijo que había que > y que los ataques demostraban >. Eran los días en que acababa de nombrar a su heterodoxo equipo económico y, además, en que el Consejo Nacional de Inteligencia, un organismo oficial, había pronosticado que en dos décadas la hegemonía estadounidense decaería. Pero nada de esto, hasta donde se sabe, descalabró al sereno presidente electo.

A pocos días de su acto de posesión, esta parece que será la tendencia del nuevo gobierno, al menos en su primera etapa: la cautela, el consenso, las decisiones meditadas. Un talante acaso similar al que mostró Obama en el histórico mitin de Chicago el mismo 4 de noviembre tras conocerse su victoria. Nada de aspavientos, de grandilocuencias, de decisiones radicales o impactantes. Sí anuncios sutiles, pero con vena contundente, como la más que insinuación de que pronto se cerraría la ignominiosa prisión de Guantánamo.

Esto no necesariamente hace pronosticar que no habrá change alguno. Obama es el mismo, pero es también su gente, sus votantes, como lo recordó también en el ya mencionado mitin. No hará cambios radicales, muy probablemente, pero tampoco podrá dejar de hacer cambio alguno so pena de incinerar velozmente su inmenso capital político, que incluso trasciende las fronteras gringas. Su historia personal y política evidencia que eso le importa mucho. Pero ¿qué es lo que realmente puede hacer?

MIRANDO ADENTRO

Lo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR