Ballenas y langostinos

Por Presidente del Instituto Peruano de Economía (IPE)

tener a dos gigantes en conflicto no puede augurar nada bueno para el mundo. China y Estados Unidos representan la tercera parte de la economía global, y los efectos de la guerra comercial que ha desatado el presidente Donald Trump se sienten con fuerza en el Asia y amenazan con extenderse al mundo entero. No se ve en el horizonte una negociación exitosa que ponga fin a esta absurda crisis. Lo que por ahora parece evidente es que el conflicto se agravará antes de mejorar. El presidente Trump ha dado muestras de no estar interesado en aliviar la tensión con China. En varias oportunidades ha desautorizado intentos de negociación de parte de colaboradores como el secretario de Comercio Wilbur Ross y el secretario del Tesoro Steven Mnuchin; un comportamiento que parece apuntar más allá del tema comercial, al peligroso intento de dañar económicamente a China con el propósito de contener su inexorable ascenso a convertirse en la primera economía mundial. Como nunca antes, el gobierno chino se encuentra desconcertado y no halla interlocutores con quienes negociar, mientras Trump repite que ?no es el momento correcto? para hacer un trato con China.La justificación aparente del presidente Trump y su peligrosa actitud es la de forzar a China a disminuir el superávit comercial con su país y evitar conductas consideradas ilegales respecto a la propiedad intelectual y transferencia forzosa de tecnología como condición de acceso al mercado chino, además de subsidios y otras interferencias.Combatir el superávit comercial chino es un objetivo dudoso. Estados Unidos, sus empresas y sus consumidores se han beneficiado enormemente de las importaciones desde la China. Los productos chinos con sus bajos precios han elevado el poder de compra de los consumidores norteamericanos y por ende sus salarios reales. Las empresas manufactureras norteamericanas incorporan innumerables bienes chinos en su producción industrial, lo que las hace más competitivas en el mercado mundial, y el efecto neto de su comercio con China en el empleo en Estados Unidos ha sido positivo, contrariamente a lo que afirma Trump. Por supuesto que China ha aprovechado, y en muchos casos abusado, de las reglas mundiales de comercio para hacerse de tecnología de otros países, y también ha aplicado reglas restrictivas al comercio y la inversión. Sin embargo, estas quejas también las tienen Europa, Japón, Canadá, México.En lugar de aprovechar...

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