Mucho bailecito, pocos resultados

Por Analista internacional

Lea mañana en El Comercio a Farid KahhatEl Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.Theresa May, la primera ministra británica, puede ensayar en público los pasitos de baile que quiera para mostrarse optimista, pero sus negociaciones con la UE siguen estancadas y la cumbre de esta semana terminó en un fiasco. Fue una reunión que duró tres horas y en la que May solo habló 15 minutos, pues el escollo principal ?el estatus de Irlanda del Norte? sigue sin variar un ápice.El problema de May es que debe complacer a todo el mundo: a los 27 países de la UE, a los recalcitrantes de su propio Partido Conservador que quieren un ?brexit? sin acuerdos previos, a sus compatriotas que ?aterrados ante la idea de abandonar la UE han empezado a almacenar alimentos como si se alistaran para una guerra? y a los irlandeses que temen que el cierre de la frontera entre Irlanda del Norte, que saldría de la UE, e Irlanda, que seguiría siendo comunitaria, reavive un conflicto que duró 30 años.Pero May debe luchar también por salvar su pellejo. Sus enemigos más recalcitrantes le recuerdan que, en el 2016, prometió que tras el ?brexit? su país abandonaría la unión aduanera, así como el mercado interno, y que si no cumple con sus promesas debería dejar el cargo.Pero impedir que los ciudadanos y las mercancías de Irlanda del Norte y la república de Irlanda circulen libremente, tal como se previó en los acuerdos de paz de 1998, lanzará nuevamente el debate sobre un referéndum en torno a la reunificación de la isla. Un tema sumamente álgido para Londres.Para comprender las dificultades en alcanzar un acuerdo hay...

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