La aventura de ser hotelero

Por Carlos Hurtado De Mendoza Núñez

Joel Mayhua necesitó dos años para convertir en ?resort? ese terreno que lo deslumbró en la costa de Zorritos (Tumbes). Dos años pueden parecer nada para un sector hotelero, donde los grandes inversionistas esperan más de un quinquenio para concretar proyectos de lujo ?como el hotel Marriott del Cusco?, pero es una vida cuando quien está detrás es un empresario nuevo en el negocio, más todavía si se trata de un emprendedor. Entonces, la apuesta es mucho más arriesgada y difícil, aunque no imposible.

Ojo, no se trata solo de tiempo. Este es, apenas, uno de los parámetros para medir la dificultad que implica invertir en un hotel cuando se sabe poco (o nada) de este rubro. La tarea demanda más, como se colige en la infografía que acompaña esta nota: se requieren estudios de mercado, un detallado análisis técnico y otro de finanzas, que ayuden a resolver la cuestión de fondo: ¿es rentable implementar un ?resort? en Zorritos? Y, claro, la pregunta se puede extrapolar. La idea es que este informe, basado en un caso específico, sirva para resolver una inquietud más general que quizá algunos de los lectores se haga: ¿vale la pena invertir en hotelería siendo el interesado un empresario que no conoce del rubro?

El hotel de Joel Mayhua se llama Terrazas de Bocapán y lleva seis meses de operación. Está categorizado como un cuatro estrellas de playa que requirió US$ 5 millones de inversión para abrir sus puertas (la mayor parte no fue capital propio ).

La primera lección que deja esta experiencia es vital para cualquier proyecto similar: si no sabes del negocio, contrata a alguien que te asesore. Mayhua se valió de Cofide para iniciar su estudio de mercado y luego del consultor Magín Pérez para acompañar el desarrollo del plan. Pérez y su equipo hicieron los reportes que se necesitaron, bajo la atenta mirada de Mayhua, un novato en hotelería, pero ducho en el sector inmobiliario, en el que trabaja desde hacía 18 años a través de la empresa Conservi, que gerencia.

?El hecho de que Joel ya hubiera elegido el lugar para su hotel y que tuviese en mente una propuesta de lujo nos ayudó a definir nuestra investigación?, comenta Pérez. En octubre del 2011, el consultor y su equipo recorrieron la llamada zona de influencia, que es el área donde se ubica la competencia del Terrazas de Bocapán. ?Durante dos días, barrimos 100 kilómetros alrededor de nuestro terreno para conocer, punto por punto, la oferta que había, las tarifas...

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