La asombrosa historia de Juan Concha

Por AbogadoJuan Concha está muy contento. Se acaba de comprar un juego de sala y un juego de comedor. Se ven muy bien en su casa. Pero sus muebles anteriores aún están en buen estado. No los va a botar a la basura. Mejor los guarda para dárselos a su hijo que se casa el próximo año.Lamentablemente su casa es pequeña. No tiene un depósito adecuado ni hay espacio en el resto de habitaciones. Puede alquilar un espacio en un almacén en otro lado, pero, como es obvio, le van a cobrar. Y a nadie le gusta pagar por algo que puede ser gratis.Entonces se le ocurre una idea brillante. En la vía pública, frente a su casa, hay un espacio disponible. Va y coloca los muebles en ese espacio.Por supuesto vienen los vecinos a quejarse. Juan les contesta: ?La calle es de todos? yo vi ese espacio disponible y lo agarré, estoy en mi derecho?.¿Lo está? Es obvio que no. Justamente porque la calle es de todos, no puede ser usada para fines meramente privados. La calle se construye con nuestros impuestos para otros fines: la circulación de personas y vehículos. Es un espacio escaso. Por eso tenemos tanta congestión y tráfico. Los muebles reducen ese espacio para el beneficio de una sola persona: Juan Concha. Por supuesto que el lector tiene claro qué es lo que debe pasar con los muebles de Juan. Tiene que sacarlos de la calle y llevarlos a un almacén, y pagar por el costo del espacio que va a usar. La forma de actuar de Juan Concha nos parece asombrosa. ¿A quién se le ocurre tremendo desparpajo? Solo a una persona sin criterio. La calle no es un almacén.Lo curioso es que usted posiblemente hace lo mismo que Juan, y lo hace todos los días. Si usted tiene un automóvil y no tiene garaje en su casa, es posible que lo estacione en la calle. Y si tiene garaje o alquila un espacio en una playa, puede ser que al ir al trabajo sí deje el auto en la calle. Muchos automóviles privados pasan largas horas, días o hasta meses estacionados en las calles ocupando el espacio supuestamente dedicado a la circulación. Y es que estacionar gratis en la calle no es realmente gratis. Cuesta, y mucho. Lo pagan conductores atracados en...

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