ASG y sus detractores

AutorThe Economist

Hasta hace poco, había dos leyes de hierro para la inversión. Una, popularizada por el premio Nobel Milton Friedman, aseveraba que la responsabilidad de una empresa, por encima de todo, era brindar retornos a sus accionistas. La segunda, promovida por Jack Bogle, fundador de la firma de inversiones Vanguard, postulaba que las comisiones que cobran las administradoras de activos debían ser lo más bajas posible.

Pero la creciente importancia de los criterios am- bientales, sociales y de gobernanza corporativa (ASG) ha debilitado la doctrina de la primacía del accionista, quizás fatalmente. Los fondos ASG globales manejan US$ 7.7 billones en activos, el doble de hace siete años. Incluso el foro Business Roundtable, integrado por CEO estadounidenses, declaró el 2019 que las empresas deben poner los intereses de una variedad de clientes, consumidores y comunidades al mismo nivel que los de los accionistas.

Pero como todas las revoluciones, esta ha genera- do una reacción. La postura anti-ASG está florecien- do. Vivek Ramaswamy, autor de "Woke, Inc." y cofundador de Strive Asset Management, anunció el 21 de febrero su candidatura a la nominación del partido Republicano para la presidencia de Estados Unidos. La firma que dejó para perseguir sus ambiciones políticas promueve fondos cotizados (ETF) y servicios de delegación de votos que rechazan lo que ve como politización de la gobernanza corporativa.

La legislación anti ASG también se está propagando por las legislaturas estatales del país. En febrero, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, de quien tam- bién se espera que compita en las primarias republicanas, propuso una legislación que prohíbe el uso de criterios ASG en todas las decisiones de inversión del estado. Dado el rol supervisor que numerosas legislaturas estatales tienen sobre los fondos de pensiones públicos, muchos de los cuales poseen cientos de miles de millones de dólares en activos, este tipo de normativa podría tener fuertes implicancias en la administración de activos.

El movimiento ASG tiene abundancia de problemas. Determinar si un activo cumple los criterios ASG es complejo y proclive a arbitrariedades, medición inadecuaday pavoneo. Los partidarios de la inversión responsable quieren el oro y el moro, pues insisten en que enfocarse en los grupos de interés ("stakeholders") también es positivo para los accionistas.

Sin embargo, al defender la ley de Friedman, los anti-ASG enfrentan dificultades con la otra parte del...

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