El arte de crear cualquier cosa

Archivo dt » Van nueve fechas desde que empezó el Torneo del Inca y ya no tengo adjetivos para describir este adefesio. Un campeonato que no emociona, que no se entiende y es tan inútil que si desaparece el próximo año, no pasa nada.Todos sabemos que aquí la televisión obliga, los dirigentes inventan y los hinchas sufren. Lo que no se logra en taquilla se consigue gracias a la tele. A más partidos, más plata. Por eso llegamos al límite de lo absurdo con un playoff en el que no importa la diferencia de goles. Uno puede ganar 8 a 0 en la ida y perder 1 a 0 en la vuelta y aun así tienes que jugar un tercer partido para favorecer a la televisión. Desde su primera edición, en 1966, hasta la fecha, el campeonato peruano de fútbol profesional se ha jugado con más de una docena de sistemas diferentes. El primero fue un descentralizado de dos ruedas con 14 equipos, 10 de Lima y 4 de provincias. En el 72 las cosas se empezaron a complicar con un torneo provincial, un metropolitano y otro descentralizado a dos ruedas. Luego a alguien se le ocurrió hacer campeonatos con puntos de bonificación y en la década del 80 ya no eran 14 sino 44 equipos que tenían que jugar liguillas, y regionales del norte, centro, sur, oriente, que se convertían en hexagonales, octogonales y cuanta cosa más se le ocurría a los dirigentes de entonces. Uno de esos experimentos fue la Copa Plácido Galindo del 89. Se jugó un doblete entre AELU vs. Meteor y San Agustín vs. Huaral que solo atrajo a 26 hinchas. Aunque en la Regional Norte del 91 un partido entre Cañaña y Libertad rompió todos los récords: apenas llegaron 6 personas al estadio. ?Fueron tiempos muy difíciles en los que incluso se jugaron tres o cuatro...

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