Apostar por el colapso de la Eurozona en el 2013 será un fracaso? otra vez

Hace un año, se decía que la Eurozona se dirigía a gran velocidad hacia el precipicio. Los temores sobre si la unión monetaria de Europa estaba a punto de disolverse eran un cliché. Los costos de endeudamiento oficiales en España, Italia y Grecia subían vertiginosamente. Mario Draghi, el nuevo presidente del Banco Central Europeo (BCE), había descartado que se otorgaran préstamos de último recurso a los gobiernos.

Pero aquellos que apostaron por la desaparición de la Eurozona sufrieron una decepción. El hecho de que la Eurozona siga vivita y coleando (razonablemente) a finales del 2012, con sus 17 socios todavía intactos, demuestra cuán equivocados estuvieron, sobre todo los expertos de Estados Unidos y Reino Unido, sobre temas de política europea.

La semana pasada se supo que entre los que se equivocaron estaba John Paulson, quien ganó miles de millones de dólares durante el colapso financiero de EE.UU., pero cuyo análisis sobre las fallas estructurales de la Eurozona terminó mal.

Ver a tantos equivocarse ha traído una gran sensación de satisfacción al BCE, al menos juzgando por el reciente discurso presentado en Fráncfort por Jörg Asmussen, ex funcionario del Ministerio de Finanzas de Alemania, que está en la junta ejecutiva del BCE (lamentablemente, el discurso se encuentra disponible solamente en alemán, el idioma del ?schadenfreude?, el disfrutar de la desgracia ajena).

Asmussen hizo memoria de la impresionante confianza en que se pronosticaba el fin del euro. En diciembre del año pasado, Sharon Bowles, presidenta del Comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, había advertido: ?Estaremos potencialmente ante la desaparición del euro para Navidad?. Asmussen hizo notar que los pronósticos de los periodistas del Reino Unido habían sido incluso más catastróficos, prediciendo que ocurrirían violentos disturbios en toda Europa.

Una primera reacción a los comentarios hechos por Asmussen es que este ha cantado victoria antes de tiempo. Quizá Paulson y otros simplemente han calculado mal el tiempo. Las economías y los sistemas políticos de Europa se mueven a velocidades más lentas que los ciclos de comercio o de inversión en Londres o Nueva York. La crisis de la Eurozona se está desenvolviendo en cámara lenta pero son muchos los riesgos que se producirán más adelante: esta semana, la reacción en las capitales y los mercados financieros de Europa por el posible regreso al poder de Silvio Berlusconi, el ex primer ministro de Italia...

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