Un año entre la pestilencia

Por GLADYS PEREYRA COLCHADO

La pesadilla de Sandra Hinojosa empezó la madrugada del 13 de enero del 2019, cuando el colector de desagüe ubicado frente a su vivienda colapsó e inundó su casa con aguas servidas. Por casi una semana, vivió en medio de excrementos hasta que Sedapal logró extraer toda el agua contaminada. Su historia es la misma que la de más de mil familias que residen en la urbanización Los Jardines II Etapa de San Juan de Lurigancho, donde el aniego afectó casas, calles y comercios.A un año del aniego, el colector dañado aún no ha sido reparado y los vecinos denuncian que los malos olores continúan, así como los problemas de salud por vivir al lado de un desagüe que es provisional y debe ser bombeado todos los días.?Mis hijas tienen rinitis alérgica, mi esposo sufrió una fuerte infección y yo tengo alergias, sin contar con los problemas de la piel. El que puede mudarse se va; pero los que no, tenemos que aguantar?, cuenta Sandra a El Comercio. Hasta setiembre pasado, cuando se realizó la última campaña de salud en la zona, 70 personas sufrían de conjuntivitis e infecciones oculares.El aniego también impactó en el transporte y la seguridad. Desde hace un año, dos cuadras de la auxiliar de la Av. Próceres de la Independencia ?donde colapsó la tubería? están cerradas, por lo que autos y combis desvían hacia las calles internas y deterioran el asfalto. La mayoría de los comercios han cerrado, los departamentos para alquiler están vacíos y, según los vecinos, los asaltos se volvieron frecuentes.Rosa Carbajal, dirigente del mercado Los Jardines de Israel, y Carles Farfán, administrador del grifo Los Jardines, reportan pérdidas económicas considerables por la disminución de clientela. ?Nadie nos dice cuándo van a reabrir la avenida. Hemos tenido que despedir personal, tenemos pérdidas por S/2,5 millones. No pensamos que el aniego nos iba a perjudicar tanto?, agrega Farfán.?Daño colateral?El aniego perjudicó directamente a 1.919 personas y 283 predios, según cifras oficiales. Luego de la emergencia, Sedapal activó el seguro, indemnizó a los afectados y cambió pistas de la zona que estuvo sumergida varios días en aguas servidas. Sin embargo, los vecinos denuncian que no incluyeron las otras calles que, aunque no se inundaron, fueron afectadas colateralmente.Este Diario recorrió el lugar y comprobó que hay baches en todas las vías donde Sedapal no intervino. La auxiliar de la Av. Próceres tampoco fue reparada y hay hundimientos en el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR