El 'Ángel' sigue volando

Por Ricardo Montoya. Columnista

La vida, como un círculo redondo y perfecto, ha vuelto a dejar solo, y frente al arquero, a Raúl González Blanco. Treinta y cuatro años pueblan el cuerpo del goleador por antonomasia, del artillero que ha encontrado ahora, en una ciudad minera de Alemania, el lugar soñado para perseverar en su vieja costumbre de anotar en la red del rival. El hombre sigue intacto. Su amor por el fútbol también. Asoma en su horizonte la Eurocopa de junio.

Observando lo que hizo ante el Bilbao, en la Euroliga, uno se conmueve y entiende que no se logra tanto si no se juega así. Nos obsequió dos goles asombrosos, además de varios regates estupendos y la admirable tozudez de no dar balón alguno por perdido. Esa, la misma exitosa fórmula que le valió la idolatría en el Madrid, hace eco actualmente en Gelsenkirchen. Qué importa la derrota. El ritual del Bernabéu se renueva en otras tierras y los hinchas carboneros, agradecidos por su entrega, corean su nombre habitualmente.

Raúl, que para Valdano y Guardiola es el mejor futbolista ibérico de la historia, no fue tomado en cuenta en las dos máximas conquistas del balompié hispano: La Euro y la Copa del Mundo. Hay algo en ello de injusto y de paradójico. Le sobraba talento, olfato goleador y hambre de laureles. Le faltó bajar la cerviz y subordinarse a las...

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