Anfitrionas estatales S.A.

En un reciente editorial calificamos de vergonzosa la actitud del gobierno de querer arriesgar el dinero de todos los peruanos en el negocio grifero cuando no es capaz de brindarnos servicios decentes de seguridad, educación, infraestructura o salud. Un gobierno decente, dijimos, no compromete recursos públicos en aventuras empresariales cuando dichos recursos escasean para efectos de cumplir sus actividades básicas, ni tampoco se entrega y concentra en nuevas labores si falla realizando las más elementales. La inconstitucional e irresponsable aventura grifera, afortunadamente, murió antes de empezar. Pero el debate que inició debería llevar al Congreso a reflexionar sobre qué medidas se pueden adoptar para que el Ejecutivo deje de jugar al Estado empresario y se concentre en atender sus verdaderas prioridades. Y es que el caso de la intención de que Petro-Perú incursione en el mercado de los grifos es solo uno entre varios ejemplos de cómo el Estado se mete donde no le corresponde. Basta revisar las páginas web de algunas empresas estatales para confirmar esto: si alguien quiere imprimir afiches, separatas, folletos o dípticos, por ejemplo, puede acudir a la estatal Segraf (la cual, de hecho, imprimía la revista de farándula ?People OK?). Asimismo, si se desea contratar un guardaespaldas privado (con lo irónico que esto resulta debido a la pobre seguridad que brinda el gobierno a los ciudadanos) o una anfitriona para cualquier tipo de evento, se puede recurrir a la empresa pública Esvicsac. Si un club, por otra parte, desea un servicio de jardinería, de limpieza de su piscina o de pintado de su fachada, siempre podrá llamar a Silsa, una empresa (al igual que Esvicsac) de Essalud.¿Debería el Estado dedicar dinero, tiempo y esfuerzo en gestionar una empresa de guardaespaldas privados en vez de invertir esos mismos recursos en perseguir terroristas y otros criminales? ¿Cuántos maestros más se podrían contratar para escuelas rurales si el gobierno no estuviese preocupado en gerenciar un servicio de anfitrionas para corporaciones? Y ¿debería el Estado concentrarse en reformar los jardines de instituciones privadas o, más bien, en reformar el Poder Judicial?Por supuesto, el problema no acaba en que cuando se deja que el Estado juegue al empresario sus prioridades terminan de cabeza. Donde se...

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