América Latina: un continente en constante ebullición

Por Eduardo Thomson, Ezra Fieser y Stephan KueffnerCorresponsales en Santiago, Bogotá y Quito

El Comercio no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.se llama Plaza Italia, es una amplia rotonda en Santiago, la capital chilena. Al norte y al este viven los ultrarricos del país. Una forma de describir a los que no conocen la sombría realidad del resto del país es diciendo que ?nunca han bajado de Plaza Italia?.Hoy este lugar es un foco de concentración para feroces manifestaciones callejeras, tras las cuales, Chile ha pasado de ser el país más rico y estable de América Latina a un caso de prueba de profundo malestar social.El caso de Chile, con daños a la propiedad de al menos US$2.000 millones y 26 muertos, ha conmocionado al mundo de inversionistas, porque supuestamente era un modelo regional. Sin embargo, el virus del descontento ya se estaba extendiendo a otros lugares, y las calles en Colombia, Ecuador y Bolivia se convertían en escenas de furia incendiaria.Numerosos factores están en juego; entre los más significativos figuran desigualdad económica, tensiones étnicas y brutalidad policial. Como no se han resuelto, reina la fragilidad en las instituciones y en el estado de derecho, y se espera otro año difícil para las economías de la región.la desigualdad en chileCada viernes, después de que David Vargas completa su turno como técnico en una compañía de tarjetas de crédito en el exclusivo barrio santiaguino de Nueva Las Condes, se dirige a la cercana Plaza Italia para unirse a las protestas.Vargas, de 38 años, encarna la división socioeconómica de Chile. Proviene de una familia humilde y trabaja entre los acomodados del país. Aunque alguna vez sintió que la brecha se reducía, últimamente la ve estancada.El padre de Vargas, quien es extrabajador de una fábrica, recibe una pensión mensual por discapacidad de solo 80.000 pesos, alrededor de US$100. ?Estoy protestando principalmente por las pensiones y para mostrar solidaridad?, dijo.A pocas cuadras de distancia es donde todo comenzó. A principios de octubre, en una estación de metro, los estudiantes planearon una evasión de boletos provocada por un aumento de 30 pesos en la tarifa. Se coordinaron en redes sociales y colgaron los pies sobre las vías para obligar a los trenes a detenerse. Las cosas se pusieron feas, rápidamente. La policía se enfrentó contra manifestantes y grupos prendieron fuego a docenas de...

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