LA AMAZONÍA EN LLAMAS: RADIOGRAFÍA DEL FUEGO Y LA VIOLENCIA

En una zona marcada por el avance indiscriminado de los madereros, saber distinguir el ruido de una motosierra del de una moto puede ser decisivo para sobrevivir. Atento a los sonidos, Kaxinawá de repente se muestra preocupado. “Viene una moto por el camino que está detrás de nosotros. ¡Vámonos inmediatamente!”, les dice a sus parientes indígenas. Sin discutir, todos desaparecen rápidamente por el estrecho camino de tierra que lleva a la única aldea de la tierra indígena.

El temor que tienen Kaxinawá y los demás indígenas de encontrarse con matones o usurpadores de tierras armados dentro de su territorio no es infundado. Dos días antes de que EL PAÍS visitara el lugar, a finales de agosto, el único puente que permitía el acceso por tierra al territorio karipuna había sido destruido con motosierras. “Los troncos todavía estaban bien”, dice Eric Karipuna, de 24 años, señalando los cortes hechos en uno de los gruesos troncos que servían para pasar sobre un arroyo. “Fue una represalia de los madereros”, explica, poco después de que la inspección de la Fundación Nacional del Indígena (Funai) expulsara a seis no indígenas que estaban prendiendo fuego en la misma zona de donde los karipunas habían huido momentos antes. Sin el puente, se quedaron aislados. “Ahora los equipos sanitarios no tienen forma de llegar hasta aquí”, se lamenta Karipuna, ya en la aldea donde viven 60 indígenas.

La mayor parte del territorio de los karipunas se encuentra en Porto Velho, la capital brasileña de los incendios forestales. Entre enero y mediados de agosto de este año fue el municipio con más incendios forestales del bioma amazónico. Durante este período, el Instituto Nacional de Estudios Espaciales (INPE por sus siglas en portugués) identificó 521 puntos que teñían el horizonte con una niebla espesa. Ahí se dibuja una nueva frontera agrícola brasileña. El Estado prácticamente triplicó su rebaño bovino entre 1999 y 2019: de 5,4 millones de cabezas a 14,3 millones. El estado de Rondonia tiene el sexto mayor rebaño bovino del país.

Los incendios descontrolados y el aumento de la devastación en la Amazonia son las principales marcas del Gobierno de Jair Bolsonaro en el área medioambiental. En 2020, la deforestación fue la más alta de los últimos 12 años. En 2019, el impacto de la devastación se sintió en la otra punta del país: el humo de los incendios forestales en la región norte llegó hasta São Paulo, donde el día se convirtió en noche. Este año, el Ejecutivo ha...

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