El amargo viaje de los cafetaleros

En la ruta de las caravanas de migrantes cada nueva historia que se oye es más terrible que la anterior. La mañana del 6 de julio fueron el guatemalteco Rudy Arnoldo González y su hijo Cristian, de 10 años, quienes aparecieron en los noticieros. Aquel día el niño fue encontrado herido y abrazado al cadáver de su padre en un área rural en el estado mexicano de Morelos. Ambos fueron víctimas del crimen, luego de que los coyotes que debían llevarlos a Estados Unidos los abandonaran a su suerte.

Hacía poco más de un mes que Rudy había partido de Guatemala junto a su hijo, su hermano y su sobrino. Estaba decidido a encontrar un trabajo que le permitiera aliviar la pobreza que vive su familia en una aldea de la provincia de Jalapa, donde ya le era imposible conseguir dinero del cultivo del café. "Mi esposo se hartó, ya no había ni qué comer para los nenes y nadie le viene a ayudar. Aquí la tierra ya no da. Él no quería nada regalado, quería trabajar", dijo hace unas semanas a CNN la esposa de Rudy, Dora Estela Ortiz.

Rudy es uno de los miles de centroamericanos que se han visto directa o indirectamente afectados desde fines del 2014 por el desplome de los precios internacionales del café, causado principalmente por la sobreproducción de Brasil –el mayor productor del mundo–. Según la BBC, en mayo los precios del café cayeron a su punto más bajo en una década: US$0,88 por libra de este grano.

"Los efectos de la caída de precios golpean directamente a los productores porque sus unidades productivas o generan rentabilidad. El costo de producción promedio está arriba de US$1,8 por libra da café y con los precios actuales estamos 50% por debajo de los costos. Miles de familias de Centroamérica viven del café. Si el productor no gana dinero, definitivamente la migración continuará y la crisis se agudizará", explicó a El Comercio Geni Fundes, gerente de Central Café & Cacao, asociación que agrupa a 13 cooperativas con 10.000 productores de café y cacao de cinco regiones del centro y sur del Perú.

Esta situación es un golpe para países como Honduras, donde el café representa la mayor exportación agrícola, o Guatemala, que tiene al café como segundo producto agrícola más importante. En general, Centroamérica es responsable del 10% de la producción mundial de café arábica.

La plaga y el clima

No es sorprendente que esta crisis mundial haya obligado a miles de caficultores centroamericanos a malbaratar lo que producen, vender sus terrenos, cultivar solo...

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