Alivio en Brasil

Por Ex ministro de Hacienda de BrasilLa revocación del mandato de la presidenta Dilma Rousseff puede ser vista desde dos ángulos. El primero, político, confirmó la solidez de nuestras instituciones, ampliamente reconocidas en Brasil y en el exterior. El ?impeachment? ocurrió respetando las leyes, incluido el derecho de defensa. No fue, como dicen simpatizantes de la presidenta, un golpe parlamentario.El segundo ángulo es económico. Dilma salió por haber manipulado las estadísticas para encubrir el desastre fiscal de su gobierno y por acciones prohibidas por la ley, como la creación de gastos gubernamentales sin autorización legislativa o el endeudamiento del Tesoro Nacional mediante bancos oficiales.En rigor, la presidenta fue depuesta por el ?cuerpo de trabajo?. El ?impeachment? puede estar basado en razones frágiles, pero su gobierno es considerado como el peor del país desde el nacimiento de la República, en 1889. Su consecuencia más grave es la recesión de dos años consecutivos (2015 y 2016), cosa que no sucedía desde 1930-1931.En el último período mencionado, la recesión obedeció a la Gran Depresión, suceso que afectó dramáticamente los precios del café, materia entonces responsable del 60% de nuestras exportaciones y gran motor de la actividad económica. Ahora, la crisis es causada por errores de política económica. La crisis internacional no explica nuestra desgracia ni el desempleo de 12 millones de brasileños, número que probablemente crezca.La lista de errores es gigantesca: gasto público excesivo, interferencia política del Banco Central para reducir la tasa de interés, intervención en el sector eléctrico ?que se desorganizó? y control de precios de la gasolina y el diésel que empeoró la crisis de Petrobras, institución ya debilitada por la vasta corrupción. El parque productor de etanol, cuyos precios estaban anexados a los de los combustibles fósiles, también sufrió los efectos del desastre.Además, hubo una concesión irresponsable de subsidios e incentivos tributarios para estimular el consumo basada en el diagnóstico de que la desaceleración económica se debía a la escasez de la demanda. Esto no es verdad. El problema es de oferta y resulta de la pérdida de competitividad de la industria que enfrentaba un...

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