La alimentación y una oportunidad perdida

Por elmerhuertaLa reciente publicación del esperado reglamento de la Ley de Promoción de la Alimentación Saludable de Niños, Niñas y Adolescentes (30021) pone al desnudo el eterno dilema de los gobernantes al decidir en asuntos relacionados a la salud pública. El dilema es el siguiente: ¿Qué es más importante cuando se legisla en un programa de salud pública? ¿Qué es más importante: el beneficio inmediato, visible y palpable del statu quo ?industrias que producen, dinero que circula, economía que crece? o los ahorros del futuro en prevención de enfermedades y gastos en el sistema de salud?Estamos seguros de que esa disyuntiva estuvo en las discusiones relacionadas a la aprobación del reglamento de la Ley 30021. Y eso debido a que el reglamento publicado desaira a la salud pública, dejando de lado las precisas instrucciones que la ley ordenaba para adoptar los estrictos niveles de grasas, azúcares y sal en los alimentos procesados proporcionados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En vez de seguir las instrucciones de su propia ley, el reglamento adopta parámetros más laxos de la ley chilena, con la idea de que si funcionan bien en ese país, deberían también funcionar bien en el Perú. Sin duda que este asunto tiene que ver con el concepto del retorno de las inversiones en salud pública. Veamos. Primero, revisemos qué significa retorno a la inversión. Si usted, amable lector, invierte en la bolsa de valores los US$10.000 que tanto le ha costado ahorrar, su expectativa es que en un plazo determinado su inversión le dé un cierto retorno, el cual le permitirá invertir nuevamente y, como dice la gente, ?hacer crecer su dinero?. Si su situación económica no es muy cómoda, el invertir esos US$10.000 probablemente lo prive de ciertas necesidades inmediatas, como comprarse un televisor último modelo o hacer algunas reparaciones en su casa. Pero el hecho es que usted invierte, dejando de aprovechar la fluidez actual de su dinero, porque sabe que el retorno que obtendrá le permitirá gozar de mayor seguridad en el futuro. Algo así sucede en salud pública. Si un gobierno decide invertir sus escasos recursos en programas de salud pública (con beneficios a largo plazo), es muy probable que tenga que privarse de brindar programas de beneficio más inmediato a su población. En el caso del reglamento de la ley de alimentación saludable que estamos comentando, es muy probable que los funcionarios responsables de su redacción hayan pensado que si...

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