Adam Smith nos puede enseñar mucho acerca de cómo tener éxito en los deportes

Por John Kay. Columnista de Economía y NegociosEl entendimiento más profundo de Adam Smith se basaba en la relación entre la división del trabajo y la extensión del mercado. El viejo sabio incluso habría sido capaz de explicar los resultados deportivos de este verano. La aplastante derrota de Brasil por parte de Alemania en la Copa del Mundo fue un acontecimiento extraordinario. Al igual que la metamorfosis del Tour de Francia en el Tour de Yorkshire. Tanto la derrota de los brasileños por los alemanes como el éxito británico en ciclismo parece darle validez a la tesis presentada por autores como Malcolm Gladwell, Geoff Colvin, Daniel Coyle, David Brooks y Matthew Syed de que el trabajo perseverante triunfa sobre el talento. En el mundo de Gladwell, 10.000 horas de práctica hacen de cualquiera una superestrella. Sin embargo, no es solo la modestia la que me lleva a sospechar que, incluso después de 10.000 horas práctica, yo no estaría listo para jugar en el estadio de Wembley. La investigación académica confirma esta corazonada. David Hambrick y Elizabeth Meinz son coautores de un estudio en el que concluyen que Gladwell y Brooks ?están sencillamente equivocadosy#8230; las diferencias individuales en el rendimiento de muchas tareas complejas se deben tanto a las características adquiridas como a las habilidades básicas?. Si uno desea ganar un Premio Nobel, ayuda ser muy inteligente pero no es determinante. Sin embargo, las anécdotas requieren explicación. ¿Por qué tantos abogados corporativos de éxito en EE.UU. son hombres judíos nacidos en Brooklyn o el Bronx en la década de 1930? ¿Por qué las estrellas de tenis de mesa de Gran Bretaña, como Matthew Syed, provienen en su mayoría de una zona cercana a la localidad de Reading? El grupo de personas de las que provienen los abogados corporativos estadounidenses o los mejores jugadores de tenis de mesa del Reino Unido es una pequeña fracción de aquellos que podrían ser capaces de ser abogados corporativos o los mejores jugadores de tenis de mesa. Si por una buena casualidad los padres, entrenadores o centros de formación identifican un talento excepcional en jóvenes de algún grupo social o área y los dirigen a una actividad en particular desde una edad temprana, existirá un vínculo entre el éxito en esa actividad y las características irrelevantes como el judaísmo o la proximidad a una determinada ciudad. Se animó a los niños judíos inteligentes en el Bronx y Brooklyn a estudiar derecho. Los...

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