Acronecrosis, la condición que deja sin manos y sin pies

Por elmerhuertaCuando en julio del 2015 el niño Zion Harvey, de 8 años, recibió el primer trasplante bilateral de mano, una cosa me llamó la atención; además de faltarle las manos, le faltaban los pies. Leyendo su historia me enteré de que, a los 2 años, Zion sufrió una grave septicemia, la cual, además de hacerle perder sus riñones ?su madre tuvo que donarle uno tiempo después?, hizo que perdiera sus dos manos y sus dos piernas. En ese momento, revisé lo que era la acronecrosis, una dramática complicación de la septicemia que salió a la luz pública en el Perú la semana pasada, a raíz del caso de Shirley Meléndez, una joven mujer que también perdió sus manos y pies como consecuencia de una septicemia.Debido a que no conocemos los detalles de su enfermedad, esta columna no tiene por objeto analizar qué pasó con Shirley. Su caso será examinado por la Superintendencia Nacional de Salud (Susalud), entidad que decidirá la calidad del cuidado médico que recibió. Sin embargo, tomando algunos datos revelados por médicos, autoridades de Essalud y la propia paciente, trataremos de explicar en términos generales cómo una paciente ingresa al hospital por un problema y sale sin manos y sin piernas. ?Los cálculos coraliformes?Todo empieza con el tipo de cálculos renales o piedras en los riñones que formó Shirley, probablemente desde su nacimiento. Los cálculos son de varios tipos y van desde minúsculas piedritas del tamaño de la cuarta parte o la mitad de un granito de arroz ?que se expulsan con muchísimo dolor?, hasta los monstruosos cálculos coraliformes con los que se presentó la joven de 25 años a Essalud en enero de este año.El coral es una formación natural compuesta por sales minerales que se forma en el fondo del mar y que adopta diversas formas, remedando generalmente las ramas de un árbol. De esa formación natural proviene el nombre cálculo coraliforme, que es una piedra grande que se encarna entre los espacios internos del riñón, ahogándolo e impidiendo muchas veces su función. Shirley tenía un enorme cálculo coraliforme en el riñón derecho y otro cálculo no coraliforme del tamaño de una ciruela en el riñón izquierdo. Los cálculos coraliformes se caracterizan porque casi siempre se infectan dentro del cuerpo, y más que por el dolor, los pacientes consultan al médico por síntomas de infección urinaria.?La septicemia?No nos detendremos en los detalles que están en investigación, pero Shirley fue operada dos veces en febrero para pulverizarle con...

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