Una acción que debe repetirse

Por Enrique Bernales. *

Alivia saber que se ha producido una sana y multitudinaria reacción del pueblo de Cajamarca a través de la marcha por la paz. Ya basta de manipulaciones y de estimulaciones a la violencia por parte de grupos que están en contra de la minería. Los problemas se resuelven a través del diálogo. Las discrepancias no son para agrandar los problemas, sino para buscar adecuados caminos de solución.

Lo que ha estado haciendo un grupo de personas que tienen sus propios intereses en Cajamarca es, a partir de una situación objetiva en la que busca resolver los problemas ambientales y conseguir que las inversiones mineras no perjudiquen a quienes utilizan el recurso del agua, traficar con esas necesidades.

La reacción del pueblo cajamarquino ha sido altamente política. Esa reacción hace recordar a las movilizaciones que hubo en los años ochenta, cuando en Ayacucho, Junín, Lima y en otras partes del país, los peruanos, hartos de tanta violencia, salieron a las calles para pronunciarse. Pero no para tomar carreteras o destruir operaciones de empresas, sino para exigir el respeto a la vida y a la patria.

En el caso de la marcha que se realizó ayer en Cajamarca fue para exigir el respeto al progreso, a la necesidad del trabajo para todos y evitar las manipulaciones que hubo en los últimos meses. De manera que, ojalá, esta reacción del pueblo cajamarquino se repita en otras partes del país porque vemos cómo hay...

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