Absurdo delirio

El volante de inercia es una pieza mecánica que almacena energía rotacional, pero en Silicon Valley tiene otro significado: un negocio en perpetuo movimiento que además retroalimenta. Según esta teoría, gracias a los poderosos efectos de red, una plataforma digital se vuelve más atractiva a medida que capta más usuarios, lo cual la hace más atractiva, y capta energía suficiente para levitar y generar harto dinero.

Una de las grandes apuestas de los últimos diez años ha sido en firmas de transporte compartido (taxi por app) y de delivery. Está por verse si podrán estar a la altura de su potencial, lo que no importará solamente a los capitalistas de riesgo que respaldaron su crecimiento, sino también a los reguladores, preocupados por la propensión de la tecnología a adoptar modelos de negocio donde la líder arrasa con todo y por los trabajadores pagados a destajo atrapados en sus engranajes.

Es el caso de Uber y DoorDash, las mayores apps de taxi y de delivery de Occidente. Los optimistas tendrán mucho para aplaudir. El 04 de noviembre, Uber proclamó que, al fin, es rentable, aunque solo en su "Ebitda ajustado". En tanto, las robustas cifras de DoorDash al tercer trimestre impulsaron un rally de sus acciones, también anunció la compra de Wolt, firma finlandesa de delivery, por US$ 8,000 millones.

Pero una mirada más profunda evidencia que los volantes de inercia digitales no están desafiando las leyes del capitalismo. El dinero con que fueron creados recuerda la manía ferroviaria del siglo XIX y otras inversiones especulativas pasadas.

Hasta ahora, nueve firmas han salido a la bolsa: Uber y su rival estadounidense Lyft, una app de taxi, y seis de delivery, entre ellas DoorDash y Delivery Hero, basada en Berlín, la china Meituan y la india Zomato. En conjunto, levantaron US$ 100,000 millones. En la mayoría de casos, el capital debió usarse para activar los efectos de red y dominar mercados, pero gran parte se destinó a subsidiar los servicios ofrecidos y se llegó a lo absurdo: una pizzería podía pedir su propia comida a precio de oferta a DoorDash (que loe pagaba el precio normal).

Es cierto que las nueve están creciendo, en promedio, 103% anualizado en sus más recientes reportes, lo que explica por qué suman una valorización cercana a US$ 500,000 millones. Pero no están levitando ni son rentables. En el periodo anual reportado, el grupo registró ventas por US$ 75,000 millones y pérdidas operativas por US$ 11,500 millones.

Y han descubierto...

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