Los 60 años de la isla de Fidel

Por daniel macera

El problema de Fidel Castro para admitir que desde un inicio lideraba una revolución comunista era que ?el pueblo cubano no estaba listo para entender estos principios?, confesó él mismo en 1961, dos años después de su golpe de Estado. Así que decidió ocultar su real motivación, que envió el país hacia una realidad económica y política comparable hoy únicamente con Corea del Norte y Venezuela.La ironía del modelo económico cubano, que hoy cumple 60 años, reside en el hecho de que a pesar de funcionar bajo lineamientos (según el gobierno local) socialistas y de autosuficiencia, ha dependido casi exclusivamente ?desde 1959? de lo que otros gobiernos, capitalistas varios, pudieran brindarle. De acuerdo al economista nacido en Cuba Carmelo Mesa Lago, Cuba ha recibido más ayuda de la Unión Soviética y otros países que ningún otro país en América Latina: US$65.000 millones en 30 años.Después de su victoria en la Revolución Cubana contra la dictadura de Fulgencio Batista (1959), Castro inició un proceso para eliminar la clase media y alta de la sociedad, principalmente a través de dos reformas agrarias. La segunda, más radical que la primera, incluyó la nacionalización de empresas estadounidenses y la erradicación de la propiedad privada sobre los medios de producción.?Prometió que tras 20 años, Cuba iba a tener un PBI superior al de EE.UU.; íbamos a ser la Suiza de América. En los años 70 fracasaron todos los experimentos estatales y la Unión Soviética comenzó a subvencionarnos?, explica Carlos Amel Oliva, economista y miembro de la dirección de la organización Unión Patriótica de Cuba.Como economía dependiente, lo que sucedió en realidad fue que, una vez disuelta la Unión Soviética (1991), Cuba ingresa en la mayor crisis económica de su historia, lo que los cubanos llaman ?período especial?. En solo tres años, el PBI retrocede 35%, según Mesa Lago, por lo que el gobierno recurre a abrir tímidamente su economía, despenaliza el uso del dólar y, gracias a esto, ingresa capital extranjero.Empieza a crecer, por este período, la figura del ?trabajador por cuenta propia?, un eufemismo estatal para no reconocer a la persona como propietario de un negocio. Así, por ejemplo, el dueño de un restaurante no es catalogado como tal, sino como un ?vendedor-elaborador de alimentos?, cuenta Oliva.No obstante, con la llegada de Hugo Chávez a Venezuela (1998), Cuba retrocede en el otorgamiento de permisos a trabajadores por cuenta propia y...

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