Céntimos, rines y chapulines al rescate

Por Marcela Mendoza Riofrío

Per io distaR ecuerdo que cuando tenía tener un rin para poder comunicarse y pedir ayuda resultaba crucial a tan corta edad.Yo no lo sabía en aquel entonces, pero cuando se privatizaron los servicios de telefonía en 1991 se estableció como una parte importantísima del contrato la obligación del operador de montar teléfonos públicos a lo largo del territorio nacional, en especial en las zonas rurales en donde era muy costoso montar todo el tendido de la red de telefonía fija para hogares. Hasta antes de los noventa, la relación de teléfonos públicos por cada mil habitantes en el Perú era de 0,41, casi la mitad de lo que tenían nuestros países vecinos y solo se tenían 425 mil líneas en hogares y empresas, lo cual reflejaba desesperado por sencillo.Todo aquel que hoy tenga más de 30 años tiene en su haber más de alguna historia relacionada a estos servicios públicosn teléfono público para pedir que vinieran a buscarme porque estaba perdida. Inicios del ocasoPara el 2001 , en el país ya habíamos triplicado la penetración de telefonía fija (un millón y medio de líneas en los hogares), pero no fue hasta el 2009 ?cuando se volvió a...

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