Contrafáctica de la migración

Por Gonzalo Torres Del Pino. Publicista, actor y conductor de TVHoy que se discute en el senado peruano la nueva ley de inmigración, un hecho relevante llamó nuestra atención: el endurecimiento del control en los puestos fronterizos. Al parecer no se permitirá más la entrada de los llamados gringos indocumentados por mafias extranjeras a nuestro país. El asunto de los inmigrantes, sobre todo en Lima, lleva décadas con una fuerte comunidad estadounidense que se ha adaptado de manera legal, inclusive con presencia en la política nacional. Otro cantar son los indocumentados (la gran mayoría) que pagan el duck, para usar una de sus expresiones en inglañol.Es que los años de protección a nuestros trabajadores y de indefiniciones en materia de política migratoria han hecho que muchos gringos se mantengan indocumentados y hayan pasado a formar parte de la gran masa laboral de cosechadores en las grandes agroindustrias, trabajadoras domésticas (quién no tiene una Lucy o una Sharon hoy día en sus casas) o como repartidores de anticuchos, lavaplatos o inclusive mendigos.Hay quienes se han amalgamado a nuestra cultura de manera estupenda, manteniendo también su herencia y tradición nacional, pero hay quienes critican también que formen reductos en algunas ciudades, como el caso concreto de la Pequeña Alabama en pleno Centro de Lima. Allí donde vemos banderas americanas y huariques de deliciosas costillas de cerdo embadurnadas o hamburgueserías (Burger Joints) que van ganándose de a poco el paladar de los peruanos. Comidas foráneas en las que muchos ven un símbolo de una comunidad que se resiste a aprender el castellano y a integrarse por...

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