La conversión

Por Jaime De Althaus. Periodista y antropólogoLa última encuesta de CPI confirma que la intención de voto por Keiko Fujimori, 32,5%, dobla la de su más inmediato perseguidor, Pedro Pablo Kuczynski (19,9%). También revela que este último ha crecido principalmente a costa de Alan García, que venía subiendo pero que en la última medición bajó dos puntos, quedando en 10,1%, acaso debido a la megaacusación por los ?narcoindultos?. Es casi seguro que Keiko Fujimori llegue a la segunda vuelta y que tenga ahora más posibilidades de ganar, sobre todo si los ?narcoindultos? siguen mellando a Alan García. Su principal rival, sin embargo, no será ninguno de los que está en lista, sino el antifujimorismo, que agrupa a los que ven en Fuerza Popular el peligro de una reencarnación del autoritarismo de los 90 o que sencillamente aborrecen el lado oscuro de lo que ocurrió en esa década. Más aun si, como señala esa encuesta, un 20% votaría en blanco, lo que implica, según Alfredo Torres, que hay sitio para un ?outsider? moderno al estilo de Gastón Acurio (que no va a participar), solo que no se ve quién podría ser a estas alturas.La principal tarea del fujimorismo, entonces, sería la de persuadir a los antifujimoristas de que ya no son un peligro y que, más bien, están comprometidos con el fortalecimiento de la institucionalidad democrática. En la campaña del 2011, Keiko Fujimori pidió perdón por los excesos cometidos por su padre, deslindó con Montesinos y aseguró ser una demócrata.Pero eso no basta. En el fujimorismo no ha habido una reflexión crítica seria acerca de lo que ocurrió en los 90. No existe un documento que revise los hechos y las decisiones tomadas ni siquiera para entender si había...

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