El antiaprismo

Por Carlos Meléndez. Politólogo La identidad política más fuerte en el Perú es el antiaprismo. Según una medición que realicé en una encuesta nacional (IOP-PUCP), es un tercio del electorado. (El antifujimorismo es significativo pero menor, un cuarto). La longevidad del partido de la estrella, no exenta de rivalidades y desprestigios, se acompaña del rechazo más cohesionado en los sectores de menores ingresos. El Apra ha dejado de ser el partido del pueblo.El antiaprismo es ideológico. La probabilidad de ser antiaprista se extiende entre quienes se identifican de izquierda. Aquellos que propugnan cambios radicales para la mejora social (25% de los encuestados) tienden a rechazar al Apra. El antiaprismo también es proestatal. Entre los que creen que las actividades económicas deberían estar en manos del Estado y no de la empresa privada (53%), domina la oposición al Apra.Ser antiaprista no te hace ?necesariamente? más democrático ni autoritario. No existe relación entre las preferencias por un régimen político específico y la identidad antiaprista. Solo el ?apristón? (que no le hace ascos a votar por un candidato de Alfonso Ugarte) tiene preferencias más marcadas a favor de la democracia. Tanto el aprista duro como el antiaprista son indiferentes al tipo de régimen. Tampoco el antiaprista cuenta con una posición definida acerca de la necesidad de los partidos para una democracia. En cambio, el aprista duro y en especial el ?apristón? no pueden concebir la democracia sin la presencia activa de partidos.El antiaprismo es, definitivamente, antialanista. Considerar que Alan García debería retirarse de la política aumenta fuertemente la probabilidad de ser antiaprista. El antiaprista no confía en la...

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