Componendas y degradación

Por Fernando Rospigliosi. Analista políticoNadie sabe para quién trabaja. Fujimoristas y apristas pretendieron sacar partido del arrogante error del gobierno de no informar al Congreso la entrevista del presidente Ollanta Humala con su par francés y terminaron beneficiando a su archienemigo Alejandro Toledo.Aunque discutible, la moción de censura a la canciller Eda Rivas parecía alcanzar un número considerable de adhesiones, a diferencia de otros intentos en esta primera mitad del gobierno. Eso dejó a los restos de la bancada toledista ?menos de la mitad de su número original? en una posición inmejorable para tener en sus manos el poder de decisión. De ellos dependía la permanencia de Rivas. Ni corto ni perezoso, Toledo negoció su respaldo al gobierno por el apoyo que necesita para superar, al menos por el momento, la situación comprometida en la que se encuentra. Lo consiguió.Por supuesto, todo se presenta ante el público como un aporte a la gobernabilidad y otras frases rimbombantes que a estas alturas ya nadie toma en serio. Por el contrario, irritan.De esta manera, el humalismo y el toledismo han añadido un escalón más al desprestigio de los políticos y la política, que es observada por la ciudadanía como un mercado persa en el que todo se negocia, se compra y se vende.Naturalmente, tampoco hay que hacerse ilusiones sobre la política. En todas partes y en todos los tiempos hay algo de corrupción, y muchas negociaciones e intercambios, a veces indecentes. El asunto es que en el Perú actual, la política parece ser solo corrupción y negociados.Casi todos los líderes de los principales grupos políticos tienen serias acusaciones de corrupción. Las encuestas muestran que una sólida mayoría cree que esas denuncias son ciertas.Las alianzas y enemistades en el Parlamento están casi siempre determinadas, en primer lugar, por la protección, apoyo e impunidad para los líderes y, en segundo lugar, por las prebendas que reparte el gobierno a los congresistas.Durante el período de espera del indulto a Alberto Fujimori, Fuerza Popular mantuvo una postura moderada, por no decir dócil. Pero cuando el indulto fue rechazado, pasaron a una actitud de choque frontal. Es verdad que les corresponde, como principal grupo de oposición, representar ese papel, pero no lo...

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