Ideologías ?y postración

Por Carlos Adrianzén (*)Siempre existe algo peor que no hacer nada. Y esto es usualmente insistir en la misma receta que ha generado desastres antes. Un análisis frontal del proyecto de ley universitaria, promovido por la actual administración, y que estaría a punto de aprobar el Legislativo, descubre que este básicamente plantea la ulterior estatización del sistema universitario. La situación del sistema universitario no es esperanzadora. Es uno de los legados más dolorosos de la educación peruana posvelasquista. La hedionda dictadura militar entregó la educación escolar a un ministerio descapitalizado y a un sindicato maoísta. Una receta impecable para construir la calidad escolar que hoy contrastamos con cada prueba PISA y en la sección policial de nuestros periódicos y noticieros. Paralelamente, en el ámbito universitario se creó un sistema en el cual, al inicio, las pocas licencias universitarias privadas fueron convertidas en turbias cooperativas (defendidas hasta hoy por sus autoridades como si fuera su propio bolsillo), mientras que el grueso de la educación superior quedó en manos del Estado. Con el gradual y pronunciado hundimiento de la economía en las décadas de 1970 y 1980, la calidad y el nivel de corrupción de este sistema alcanzaron ribetes deplorables que hoy nos encanta olvidar. Ya por aquellos días, aunque a muchos les guste hablar de prestigios, ninguna facultad o departamento de Economía peruano aparecía en ránkings académicos globales serios, ni siquiera en los trescientos primeros puestos.A fines de la década de 1990 se da la Ley de Promoción de la Inversión Privada en la Educación Superior ?que posibilitaba la aparición de universidades privadas con fines de lucro explícito?, pero se mantuvieron la misma calidad de educación...

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