El ?2014

Por Carlos Adrianzén. *Hace pocos días, la presentación pública de los resultados del crecimiento del PBI de setiembre pasado parecía una misa de difuntos. No era solo que los sectores primarios decreciesen perceptiblemente o que incluso el resto de la economía ?incluida construcción, esa suerte de predictor tácito de la inversión? mostrase una performance deprimente. Lo relevante de la reunión aquí era señalar la consolidación de la tendencia de crecimiento anual cada vez menor. Tendencia, dicho sea de paso, registrada a pesar de todos los agresivos esfuerzos expansivos de la política fiscal y monetaria local. Y también a pesar de que el comportamiento de los términos de intercambio y los precios de exportación viene mostrando a la fecha un deterioro considerable, aunque menor al registrado en el 2008.Hoy, la gran interrogante es dilucidar si cerraremos el año con un crecimiento anual igual o menor al 5%. A favor de las proyecciones optimistas juegan la estacionalidad del gasto y la inesperada recuperación del crecimiento económico estadounidense el tercer trimestre de este año. En su contra juegan la inercia de decrecimiento y contracción de las exportaciones tradicionales y no tradicionales registradas persistentemente durante todo el año. Sin embargo, lo verosímil es que cerremos el año creciendo la mitad que en el 2012. ¿Pero cómo viene el 2014? Para comprender lo que viene es útil entender lo que nos ha venido pasando. Y lo que nos pasó fue bastante más aburrido de lo que se tiende a creer. Apostamos por flotar, seguir haciendo lo que hacemos desde inicios de la década (gastar mientras podamos y postergar reformas) y rezar porque el deterioro de los precios de...

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