2 Como se distribuye la tierra agricola en el Peru.

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

2.1 Revisión somera de los censos de 1961, 1972 y 1994

Una rápida revisión de los censos nacionales agrarios permite afirmar que la tierra agrícola estuvo fuertemente concentrada en pocas familias, lo que dio pie a que, desde finales de la década de 1950, el tema de la necesidad de una reforma agraria se planteara en la escena política y social con firmeza. Luego de medidas locales y limitadas (como la reforma agraria en el valle de La Convención y Lares, en 1962, y luego la Ley de bases de reforma agraria, en 1963), recién en 1964 se aprobó una Ley de reforma agraria (Ley 15037), y con más decisión se la impulsó al aprobarse la Ley de reforma agraria de 1969 (Decreto Ley 17716), como se verá en las siguientes páginas.

El Censo de Población y Ocupación de 1940 arrojó resultados limitados. La falta de precisión estadística--agravada por la realización simultánea del censo de centros poblados--llevó a que la Comisión para la Reforma Agraria y la Vivienda, en 1957, impulsara un Censo Estimativo de Comunidades de Indígenas, el cual arrojó un total de 1.471 de ellas en todo el país (7).

El Censo Nacional Agropecuario de 1961 proporcionó información mucho más completa y confiable; es, además, una herramienta que permite conocer mejor la situación previa a la aplicación de la reforma agraria en los años siguientes. El censo dio cuenta, sobre una superficie agropecuaria total de 18 604 500 ha de tierras agrícolas, de 851 957 unidades agropecuarias. Muestra también la enorme concentración de la propiedad en pocas manos: el 0,4% de las unidades agropecuarias censadas mayores de 500 ha concentraba el 75,6% de la superficie agropecuaria, mientras que el 83,1% de las unidades agropecuarias de menos de 5 ha sólo tenía en su poder el 5,7% de la superficie agropecuaria.

El segundo Censo Nacional Agropecuario se realizó en 1972, a solo tres años de iniciada la aplicación de la Ley de reforma agraria, Decreto Ley 17752. Allí se muestra una situación que no difiere significativamente en términos estadísticos, pues, como se puede apreciar, el 0,3% de las unidades agropecuarias mayores de 500 ha concentraban el 66,3% de las tierras, mientras que las unidades de menos de 5 ha (78%) disponían, en 1972, del 6,6% de la superficie agropecuaria. Por ello, Fernando Eguren escribió: > (8).

El siguiente, el III Censo Nacional Agropecuario--III Cenagro--, fue realizado en 1994. Han transcurrido ya dieciséis años desde entonces, pero es la única fuente disponible para conocer la realidad nacional en materia agraria, pues, aunque se realizaron encuestas, estas son herramientas estadísticas menos confiables, en las que se trabaja a partir de muestras estadísticas. Pero lo más importante es que el agro ha sufrido importantes modificaciones en estos años, como se verá a continuación, las cuales no se reflejan en el censo de 1994.

Algunas observaciones deben hacerse a este censo. La primera tiene que ver con la aparente conservación de los niveles de concentración de tierras. En efecto, parecería que poco se avanzó entre 1961 y 1994, a pesar del proceso de reforma agraria, pues las unidades agropecuarias de más de 500 ha (el 0,3%) controlan el 62,5% de la superficie agropecuaria, mientras que las unidades de menos de 5 ha (70,3%) controlan el 5,8% de la superficie agropecuaria, situación similar a los resultados de los censos agropecuarios de 1961 y 1972. Pero debe tenerse en cuenta que la reforma agraria tuvo éxito en eliminar del mundo agrario a los grandes propietarios de tierras, a quienes se las expropió, entregándoselas a cooperativas agrarias, sociedades agrícolas de interés social (sAIs), empresas rurales de propiedad social y grupos campesinos. De esta forma, las unidades que aparecen en el III Cenagro teniendo más de 500 ha de tierra agrícola, eran, en su mayoría, esas formas asociativas creadas por la reforma agraria. A las empresas asociativas habría que añadir las comunidades indígenas, cuyo número ascendió, en el año del censo, a 5 680 comunidades campesinas y 1 260 comunidades nativas.

La segunda observación se relaciona con la importancia de la pequeña agricultura y del minifundio. sumando la cantidad de unidades menores de 1 ha y menores de 5 ha, se tiene que el 70,3% de las U.A. están en ese estrato; si a ello se suman las unidades agropecuarias de menos de 20 ha, ese porcentaje subiría al 92,2% de las U.A. Hay, pues, un claro predominio de la pequeña agricultura o agricultura familiar en nuestro país, como lo revela el III Cenagro. FAYE

El tercer hecho que merece destacarse del Censo Agropecuario de 1994 es la enorme importancia de las unidades agropecuarias conducidas en forma individual o--dicho más propiamente--en forma familiar, lo que sería expresión del proceso de parcelación de las cooperativas agrarias (sobre todo, ubicadas en la costa), pero, también, del importante mecanismo de división de la propiedad por la herencia, sobre todo, en la sierra--como explicaba el INEI--. Pero, como se dijo antes, este censo no daría cuenta de los procesos posteriores, a los que nos...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR