Ventana de oportunidad

Por Juan José Garrido K. Economista

Las noticias provenientes del Viejo Continente son todo menos auspiciosas: España e Inglaterra entran técnicamente en recesión y todo apunta a que Italia seguirá el mismo camino; cae el Gobierno Holandés y censuran al premier rumano por falta de acuerdos en los planes de austeridad, mientras el candidato por el Partido Socialista francés, François Hollande (quien a contracorriente al sentido común propone aumentar el estado del bienestar), se pone al frente como favorito en la segunda vuelta; Alemania se desacelera, y Grecia, Irlanda y Portugal (así como otros estados de la Eurozona) enfrentan los problemas de la farra de deuda y gasto público sin crecimiento económico que las soporten. El desempleo aumenta vertiginosamente en España e Italia. Paralelamente, Estados Unidos se desacelera en el primer trimestre, Japón se encuentra en recesión hace 9 meses y China reduce su tasa de crecimiento a 7,5%, la más baja desde el 2004, mientras la inflación crece a un 6% anual.

Al tiempo que estas noticias recorren el orbe, el presidente del Banco Central peruano, don Julio Velarde, corrige la tasa de crecimiento para el año en tres décimas para situar la misma en 6%. Las preguntas, por supuesto, caen por peso propio. ¿Estamos desacoplados del mundo? ¿Pueden las principales economías (simultáneamente, nuestros principales socios) enfriarse a un ritmo acelerado y nosotros, una diminuta economía en una región históricamente empantanada, seguir creciendo y a ritmos cada vez más acelerados?

En un mundo altamente conectado como el actual, es imposible que una economía pequeña y abierta como la nuestra se mantenga desacoplada de los acontecimientos globales. Puede mantenerse al margen de eventos focalizados, no así de una recesión (aún moderada) como la actual. Dicho esto, las trayectorias económicas tampoco están sujetas por ejes rígidos de tal forma que el ascenso o descenso de una economía implique necesariamente un movimiento similar de otras. Entonces, ni desacople ni sujeción absoluta: las economías mantienen cierto...

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