La clausula de los contratos en la Constitucion de los Estados Unidos.
Autor | Fernandez Segado, Francisco |
Cargo | Ensayo |
Sumilla 1. Introduccion: la clausula de los contratos (contract clause) y su trascendencia constitucional 2. El diseno constitucional de la clausula de los contratos en la Seccion 10 del Articulo I. Algunas cuestiones problematicas que plantea su interpretacion A) Una clausula operativa frente a los Estados B) Ambito de la clausula: ?contratos privados y contratos publicos? C) ?Impide la clausula tan solo las leyes con efectos retroactivos? D) ?Que se entiende por "obligacion>> de un contrato, y cuando ha de considerarse que hay un <
1.1. Los incisos finales del parrafo primero de la Seccion 10 del Articulo I de la Constitucion norteamericana preven que: <
La clausula de los contratos, aunque pueda resultar sorprendente, se convirtio en el siglo XIX, o por lo menos en una buena parte del mismo, en la disposicion constitucional de mayor relevancia, hasta el extremo de que, como escribe Siegel (1), la comprension de esta clausula en el siglo XIX es central para el entendimiento de la historia constitucional americana, y en el marco de la misma, segun otros autores, para el propio desarrollo del federalismo (2). No ha de extranar que asi aconteciere, y en tal sentido se pronuncia gran parte de la doctrina (3), por cuanto la clausula en cuestion pronto iba a devenir en el arma principal con la que la Marshall Court iba a restringir la frecuente interferencia legislativa estatal sobre los derechos de propiedad.
Para comprender la constitucionalizacion de esta clausula hay que tener en cuenta los frecuentes abusos que las legislaturas estatales iban a cometer sobre los derechos de propiedad en el periodo que media entre la Independencia y la aprobacion de la Constitucion en 1787. Para Beard, <
En el numero 7 de los Federalist Papers, Hamilton se iba a hacer eco de la relevancia de la clausula de los contratos, al identificar las laws in violation of private contracts como una de las posibles causas de disputas entre los Estados de la Union, incluso de la hostilidad entre ellos, por cuanto tales leyes vendrian a equivaler a <
La paternidad de la vertebracion de esta clausula y de la concrecion de su contenido se ha atribuido a Marshall, y ello es absolutamente cierto. Sin embargo, conviene no olvidar, que incluso con anterioridad a la Constitucion federal, y en mayor medida aun, como es logico, con posterioridad a la misma, hubo autores relevantes que se anticiparon a Marshall en su defensa de una amplia interpretacion de esta clausula o del principio equivalente, tan arraigado en el common law, de la sanctity of contracts, como tambien del que podriamos denominar sanctity of charters. Asi, tras crearse durante la etapa de la Confederacion el Bank of North America, cuyos estatutos (charters) fueron aprobados tanto por el Congreso (el Continental Congress) como por la Legislatura de Pennsylvania, en 1785 se intento en este Estado derogar el estatuto otorgado por el propio Estado. Entre quienes acudieron en defensa del Banco estaban Thomas Paine, figura intelectual harto conocida, y James Wilson, un jurista de primerisima fila que seria nombrado juez de la Corte Suprema en 1789. Wilson defenderia que la ley que aprobaba los estatutos del Banco era un contrato entre el Estado y la corporacion bancaria. Para Wilson, <
Como antes deciamos, Marshall y el Tribunal que presidia iban a prestar una atencion preferente a la clausula que nos ocupa. Para el Chief Justice la clausula encarnaba una Constitucion cuya verdadera naturaleza residia en la limitacion de los poderes estatales y en la subsiguiente concesion de poderes al gobierno federal. De ahi la importancia que adquirira esta norma, que durante los primeros ochenta anos de vida constitucional generara mas casos ante la Corte Suprema que cualquier otra disposicion constitucional (8), y que no solo servira, particularmente durante la Chief Justiceship de Marshall, como el principal vehiculo para la defensa en sede judicial de la propiedad frente a las infracciones estatales, producidas a traves de una gran variedad de actuaciones legislativas (9), sino que, mas alla de ello, durante el siglo XIX, operara como la fuente fundamental de derechos federalmente protegidos (10).
El rampante activismo judicial de la Marshall Court iba efectivamente a hacer devenir la clausula que nos ocupa en la base de una sorprendente expansion de la judicial review. La clausula de los contratos iba a convertirse en el deposito de la doctrina judicial de los derechos adquiridos (vested rights), de las ya referidas limitaciones judicialmente deducidas de la higher law sobre el poder legislativo estatal, e incluso, en terminos de Levy (11), en <
La primacia de la clausula de los contratos tambien asumira una deuda inmediata con el Chief Justice, lo que derivara de la enormemente amplia interpretacion que John Marshall, y con el su Tribunal, daran a esta clausula, de modo muy particular, en el caso que constituye el objeto principal de este trabajo, Fletcher v. Peck (1810), en el que la Corte considerara que la clausula en cuestion se extendia a los contratos publicos y no solo a los privados. Marshall iba ademas a extender el significado de la nocion de <
La trascendencia que todo ello iba a tener en la litigiosidad suscitada por la clausula se capta en cuanto se atiende a algunos datos cuantitativos ofrecidos por Wright (13), autor de la obra clasica sobre la materia. Para el profesor de Harvard, antes de 1889, la clausula de los contratos habia sido considerada por la Corte en casi el 40 por 100 de todos los casos que concernian a la validez de la legislacion estatal. Con tanto exito se invoco su proteccion en sede judicial suprema, que fue la justificacion constitucional para 75 de las decisiones en que leyes estatales fueron consideradas inconstitucionales, casi la mitad de todas aquellas en que tal legislacion fue declarada contradictoria con la Constitucion. Pero como el propio Wright destaca (14), en la medida en que se han visto implicados contratos entre particulares, la clausula de los contratos ha tenido una importancia secundaria. Prueba fehaciente de ello la encontramos en el hecho...
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