¿Tierra yerma o "granero del mundo"?

AutorDarío Aranda

“El exceso de soja en la matriz granaria atenta contra la conservación del suelo”. El cuestionamiento no proviene de una organización socioambiental ni de investigadores críticos al modelo agropecuario (que también advierten lo mismo), sino de un editorial del diario La Nación, tribuna del agronegocio.

Es un hecho que ya nadie desmiente: los suelos dedicados al agronegocio se están empobreciendo a ritmo muy acelerado, lo que ya impacta en la productividad y marca los límites (y consecuencias) del modelo agroindustrial. Datos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) revelan que con cada barco con soja se fugan 3.500 toneladas de nutrientes.

El empobrecimiento de suelos y el modelo agropecuario como actividad minera extractiva significan lo mismo.

Más que tierra

El suelo está compuesto por polvo y minerales, pero al mismo tiempo es un ecosistema vivo y dinámico con miles de seres vivos microscópicos que contribuyen en la retención y proporción de nutrientes que son imprescindibles para que las plantas crezcan. El suelo es también materia orgánica (sustancias que son el resultado de la descomposición de materia animal y vegetal). Toda planta toma nutrientes del suelo, y todo resto de cosecha (organismos muertos que se descomponen) provee de nutrientes a las plantas en crecimiento. La materia orgánica del suelo es importante para evitar la erosión y volverlo más poroso, lo que ayuda a que absorba agua (y así evitar los escurrimientos rápidos, antesala de inundaciones).

En todo par te de un proceso cíclico de acumulación que lleva miles de años. “La materia orgánica se encuentra sobre todo en la capa superior del suelo (la más fértil). La vida vegetal y la fertilidad del suelo son procesos que se propician mutuamente, y la materia orgánica es el puente”, explica la organización internacional GRAIN en su informe “Extractivismo y agricultura industrial o como convertir suelos fértiles en territorios mineros”.

Soja

Veinte millones de hectáreas. El 60 por ciento de la superficie cultivada de Argentina. Un sólo producto. La soja es la reina. Y en su crecimiento consume nutrientes. Ejemplo: en una producción de 4000 kilos por hectárea, la soja necesita 320 kilos de nitrógeno, que los toma del aire y del suelo. La soja también consume fósforo, potasio y azufre.

El Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria es el organismo oficial más reconocido del agro argentino y fue (y es) el brazo técnico ejecutor de la instalación del agronegocio. Según el propio INTA, en un barco cargado con 40 mil toneladas de soja se exportan 3.576 toneladas de nutrientes. Si la carga es de trigo, los nutrientes se cuentan por 1.176 toneladas y, en el caso del maíz, 966 toneladas por cada barco.

Para el caso de la...

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