La mineria y sus entornos sociales.

AutorBedoya G., C
CargoTIERRA ADENTRO

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

En anteriores artículos, hemos llamado la atención acerca del conocimiento que se viene produciendo y acumulando sobre la relación entre la actividad extractiva, fundamentalmente minera, y las nuevas realidades que se configuran a partir de su presencia en distintos entornos (local, regional y nacional). Una conclusión general es que, al menos en la última década, el conocimiento generado al respecto es significativo; sin embargo, el uso que se hace de él aún no parece ser el más óptimo.

Un campo en el que se ha avanzado mucho es en el de la investigación alrededor de la conflictividad socio-ambiental, categoría que abarca los conflictos sociales debidos a la disputa por el uso, manejo y control de los recursos naturales entre actores como las empresas extractivas, las comunidades locales y el Estado, este último presente como actor regulador. Diversas hipótesis se han puesto a prueba y algunas ya forman parte de una suerte de "sentido común" para explicar este tipo de conflictividad. Cabe destacar que la aproximación a este fenómeno social ha venido de campos como la antropología, la sociología, la economía, la ciencia política y lo que podríamos llamar la 'conflictología' (1).

A lo largo de las últimas décadas, las mesas de diálogo se han convertido en uno de los instrumentos para abordar los conflictos desde el Estado, pero también en una iniciativa de los propios implicados en la situación de conflicto. Instaladas en la mayoría de casos en situaciones de crisis, sobre la marcha, casi improvisando, sin antes haber cimentado las condiciones necesarias para llevarlas a cabo y tratar de asegurar desde el principio su efectividad, estos espacios han perdido credibilidad. El origen de las mesas de diálogo coincide con la restauración de la democracia en el año 2001: surgen como parte de la búsqueda de salidas a los altos niveles de conflictividad en un contexto caracterizado por la baja institucionalidad política y la ausencia o deslegitimación de estructuras de intermediación. Su propósito es crear un clima de confianza entre los actores, conocer sus necesidades e intereses y arribar a acuerdos beneficiosos para las partes.

Algunas de las mesas que se suelen instalar son: (i) las mesas de diálogo, establecidas como un espacio político en el que confluyen los protagonistas del conflicto para buscar salidas. Se forman generalmente cuando el conflicto se encuentra en su etapa de crisis. Su constitución se ha venido formalizando mediante resoluciones...

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