El acoso moral: El hallazgo de la psicología y la psiquiatría

AutorCarlos Blancas Bustamante
Páginas15-55

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1. La cuestión terminológica

Diferentes son las expresiones que se han acuñado para referirse a este fenómeno.

Mobbing es la expresión elegida por el psiquiatra alemán Heinz Leymann, a quien se deben las primeras investigaciones, — realizadas en Suecia — sobre esta materia, quien bautizó así este fenómeno y puso en boga aquel término. Para este investigador, «Mobbing significa el proceso de atormentar, hostigar o aterrorizar psicológicamente a otros en el trabajo.»6 Leymann señala que tomó el término del médico sueco Heinemann, quien lo había empleado para el estudio del comportamiento social infantil, específicamente para describir la conducta destructiva de pequeñas pandillas de niños contra un niño en particular. Y este, a su vez, lo tomó del etólogo Konrad Lorenz, quien con él se refería al ataque de un grupo de animales pequeños gregarios hacia un animal solitario mayor7. La palabra mobbing parte del verbo inglés «to mob» que puedePage 16 entenderse como un asedio colectivo contra alguien8. Leymann también utiliza la expresión psicoterror como sinónimo de mobbing9.

La palabra bullying es usada en Estados Unidos y Australia pero Leymann la descarta porque considera que esta incluye un elemento de violencia física, a diferencia del mobbing que «(…) se caracteriza por conductas mucho más sofisticadas, cínicas, como por ejemplo: Aislamiento social de la víctima.»10 Por ello, propone mantener el término bullying para las agresiones entre niños y adolescentes en las escuelas.

También en Inglaterra y USA, se recurre a la expresión harrassment, cuya acepción es hostigamiento, acoso11 y que ha sido utilizada, inicialmente, para referirse al acoso sexual. En estos mismos países, también, se emplea el término bossing para referirse al acoso moral, pero, en este caso, se alude específicamente a aquel cuyo sujeto activo es el empleador, sus representantes o los jefes del trabajador12, lo que también se conoce como «acoso moral vertical»13.

Acoso moral es para la psicoanalista francesa Marie-France Hirigoyen, —una de las más importantes estudiosas de este tema—, la expresión más adecuada para referirse al fenómeno que venimos estudiando. Considera que la palabra mobbing se refiere más a lasPage 17 persecuciones colectivas o a la violencia que se desprende de la organización, que puede llegar hasta la violencia física, mientras que el acoso moral «(…) se refiere a agresiones más sutiles y, por consiguiente, más difíciles de advertir y de probar, sea cual sea su procedencia.»14 También considera inapropiada la palabra bullying, la cual, a su juicio, no tiene, en principio, relación con el mundo del trabajo y tiene un alcance más amplio que mobbing ya que va desde burlas y marginación hasta conductas de abuso con connotaciones sexuales o agresiones físicas15.

El Parlamento Europeo también recurre a la expresión «Acoso moral» en su Resolución del 20 de Septiembre de 2001, para referirse a este fenómeno al que considera una de las manifestaciones de violencia y hostigamiento en el lugar de trabajo16.

Entre los autores de habla hispana, Piñuel y Zabala, acoge la palabra mobbing y la emplea como equivalente a «acoso psicológico», utilizando, igualmente, la expresión psicoterror17. Otros, en cambio, preocupados por defender la pureza del idioma, objetan el uso de la palabra mobbing por considerarla un anglicismo «tan horrible e innecesario como el comportamiento socio-laboral que designa», aun cuando convienen que su traducción al español es la de acoso moral u hostigamiento psicológico18 y, González Navarro, proponePage 18 denominar al fenómeno materia de nuestro estudio acoso psíquico19.

A nosotros nos parece que la expresión acoso moral tiene la ventaja de comprender todos los aspectos del problema. Recoge la idea de acoso, asedio y hostigamiento presente en la palabra mobbing — y en otras, como bullyng y harrasment — pero también destaca aquella dimensión de la persona que resulta afectada por éste, esto es, su integridad moral. La diferencia con las expresiones acoso psicológico, acoso psíquico y otras parecidas es que estas sólo destacan el daño psíquico que sufre la víctima, pero no el moral, cuando en este fenómeno el último siempre está presente, aunque el primero, ciertamente en muy raras ocasiones, puede faltar. Ello significa que siempre que existe daño psíquico la víctima sufre un daño moral, pero no necesariamente ocurre lo mismo a la inversa, pues el acoso puede no generar daño psíquico, aunque ello ocurra excepcionalmente, como se verá más adelante.

Sin embargo, como lo señala Hirigoyen, lo verdaderamente importante es que «(…) bajo terminologías distintas y formas variables según las culturas, el acoso constituye un verdadero fenómeno social en muchos países.»20

Por consiguiente, es indispensable identificar este fenómeno por sus características esenciales y por los efectos que causa sobre lasPage 19 víctimas, para arribar a un concepto unitario del mismo, más allá de las denominaciones particulares que en cada país o contexto cultural se le quieran atribuir.

2. Concepto y características

La investigación científica del acoso moral o mobbing, por la psiquiatría y la psicología, empieza por el conocimiento, y tratamiento, de sus efectos, es decir, el daño psíquico que experimenta el trabajador para, a partir de allí, avocarse a identificar las causas de las patologías que presenta este. De este modo, se llega a descubrir que éstas se encuentran en una serie de conductas que se manifiestan en el lugar de trabajo de la persona y que hacen de esta el objeto de comportamientos hostiles, de carácter sistemático y duración continuada, que culminan, en la mayoría de los casos, por afectar su salud psíquica e, incluso, la física.

Según Leymann, el mobbing «(…) conlleva una comunicación hostil y desprovista de ética que es administrada de forma sistemática por uno o unos pocos individuos, principalmente contra un único individuo, quien, a consecuencia de ello, es arrojado a una situación de soledad e indefensión prolongada, a base de acciones de hostigamiento frecuentes y persistentes (definición estadística: al menos una vez por semana) y a lo largo de un prolongado periodo (definición estadística: al menos durante seis meses)21. En el mobbing, agrega este autor «(…) la víctima es sometida a un proceso sistemático de estigmatización y privación de sus derechos civiles.»22

Para Hirigoyen, «el acoso moral en el trabajo se define como toda conducta abusiva (gesto, palabra, comportamiento, actitud....) que atenta, por su repetición o sistematización, contra la dignidad o la integridad psíquica oPage 20 física de una persona, poniendo en peligro su empleo o degradando el ambiente de trabajo.»23 Para la psiquiatra y psicoanalista francesa, lo que tipifica el acoso moral es la reiteración de la violencia moral, en pequeñas dosis, que al ocasionar microtraumatismos frecuentes y repetidos, configura la agresión al trabajador. A su juicio, la violencia física y la discriminación quedan excluidas del concepto, que se circunscribe a agresiones más sutiles, que, por esa razón, resultan más difíciles de advertir y de probar24.

Otro destacado investigador del acoso moral, el psicólogo español Piñuel y Zabala, afirma que «En el ámbito laboral el mobbing señala el continuo y deliberado maltrato verbal y modal que recibe un trabajador por parte de otro u otros que se comportan con él cruelmente con vistas a lograr su aniquilación o destrucción psicológica, y a obtener su salida de la organización a través de diferentes modalidades.» 25

Tomando como base estas definiciones, Serrano Olivares ensaya un concepto clínico del «acoso moral»: «el concepto clínico de acoso moral se caracteriza por los siguientes elementos: a) elemento subjetivo, intencional o finalístico: el acosador persigue humillar, vejar, aislar a la víctima y/o que ésta abandone el trabajo; b) elemento objetivo; se trata de comportamientos hostiles reiterados en un período de tiempo más o menos largo, por tanto, estamos ante conductas sistemáticas que obedecen a un plan y cuyo efecto es la degradación del ambiente de trabajo y/o de las condiciones de trabajo; c) relación asimétrica: entre acosador y víctima se da una relación de poder asimétrica, ya sea de hecho o de derecho; y d) resultado: el acoso origina un daño psicológico o, en otros términos, es la causa del padecimiento psicológico de la víctima.»26

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Estas definiciones o conceptos de lo que deba entenderse por acoso moral, intentan sintetizar las diversas características que la investigación científica ha puesto de relieve, las cuales...

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