Futbol peruano: la eterna fantasia.

AutorPahuacho, Alonso
CargoCULTURA

[ILUSTRACIÓN OMITIR]

No existe pasión que contenga, dice Jorge Eslava, tantos arrebatos de celebración, nostalgia y desconsuelo como el fútbol. Eso lo sabemos muy bien los hinchas peruanos. Y dentro de esa pasión desenfrenada, el momento del clímax llega cada vez que juega nuestra selección nacional. Ya sea en partidos amistosos, pero en mayor medida cuando se trata de competencias oficiales--partidos de la Copa América o Clasificatorias al Mundial--, la afición se vuelca en masa al Estadio dispuesta a alentar una vez más a la blanquirroja.

Pero la esperanza del hincha nunca es directamente proporcional a los resultados que obtiene nuestro equipo en la cancha: hace más de treinta años que no clasificamos a un Mundial. "Si hubiera un Mundial de hinchas, seríamos campeones", narra Daniel Peredo en un antiguo comercial de la cerveza Cristal dedicado a reenganchar al aficionado peruano luego de nuestra desastrosa participación en las últimas eliminatorias rumbo a Sudáfrica 2010. Y lo cierto es que funcionó. Funcionó al igual que las decenas de comerciales que ciclo tras ciclo se difunden con el único objetivo de mantener viva la ilusión del hincha de clasificar al Mundial. El viejo discurso de "sí se puede".

En esta lógica operativa, señalaré algunas ideas que haré dialogar con algunos conceptos claves de la teoría psicoanalítica: en primer lugar, el rol que juega la publicidad futbolera (1) en la construcción de discursos fantasmáticos que, mediante la apelación al goce de los sujetos, sostienen y alimentan la eterna promesa de nuestra clasificación al Mundial; por otro lado, intentaré esbozar por qué los hinchas peruanos siguen creyendo en la selección a pesar de las constantes derrotas y los casi nulos éxitos deportivos. Como dicen algunos, "el hincha peruano es masoquista", aunque como veremos más adelante, más que de masoquismo se trata de un goce que nunca lo llena. Como decía Jacques Lacan, el goce equivale al sufrimiento.

ATRAVESANDO EL FANTASMA MUNDIALISTA

¿Cómo es posible que el discurso publicitario controle, dirija y sostenga el goce de cada sujeto? ¿Por qué insistir en la fantasía mundialista? Primero, debemos entender que todo discurso se articula sobre la base de un valor afectivo, el cual varía en cada sujeto. Según Lacan, debido a su carácter colectivo, estos discursos también dirigen una serie de investimentos psíquicos, los cuales se manifiestan en una serie de identificaciones y vínculos sociales. Pero estas fuerzas no se...

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